MARGOT Y LA BODA

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Nicole Kidman no acaba de acertar con sus últimos proyectos. Mientras se ha anunciado que no habrá secuelas de La brújula dorada por sus malos resultados en taquilla el cambio al cine independiente no le va mucho mejor. El drama que cuenta Noah Baumbach en Margot Y La Boda carece de cualquier virtud a parte de un loable intento de sus protagonistas de suplir las carencias de una historia poco interesante con una interpretación más cargada de buena intención que de verdadero talento.


Margot acude con su hijo a la boda de su hermana Pauline. Hace años que no se habla con ella pero aún así considera necesario el acercamiento para recobrar su amistad. En realidad no tarda mucho en enseñar su carácter manipulador y dominante y demostrar abiertamente que el prometido de su hermana no le agrada en absoluto. Entre pequeñas anécdotas de su infancia y el aplastante presente pasarán los días anteriores al enlace en la casa soportándose según se acerca el gran día. La familia actúa una vez más como elemento disociador y poco a poco se va destruyendo la relación, la amistad y las relaciones de todos sus protagonistas.


Jack Black es otro que parece igual de empeñado como Nicole en que le tomen en serio como actor. Esta injustificable actuación amparada solamente por el afán de huir de la comedia posiblemente sea más perjudicial que beneficiosa para un actor que no sólo se siente cómodo haciendo reír a los demás si no que además se le da mejor que hacer llorar. El cuanto al resto una deslucida Jennifer Jason Leigh y John Turturro más a modo de cameo que de verdadero personaje.


Diálogos es lo que más abunda en esta narración algo inconexa que crea confusión y un ápice de somnolencia.



PROS: La escena de la librería.


CONTRAS: Los vecinos, ¿Acaso no hay material suficiente?


3 comentarios :

  1. ¿Un ápice de somnolencia? ¿Un ápice? ¡¡Es el virus de la narcolepsia hecho película!! ¡Qué tostón! Eso sí, tiene una gran virtud: a los treinta segundos de empezar uno ya sabe que se trata de una película más lenta que un caracol cojo. En la primera escena uno ya se duerme. Inconcevible. ¿Y el niño/niña, qué? ¿Quién es ese monstruito? ¿De dónde lo han sacado? ¡Que lo devuelvan! Espero que nadie lo descubra, que ya me lo veo en un remake de The Doors haciendo de Jim Morrison. Espero que se engorde veinte kilos y ya nunca más supere un casting, que la próxima vez que sepamos de él sea en un programa llamado "¿Qué fue de...?", O "Ni jóvenes promesas"...

    Soy malo. No conocía esta faceta mía de criticón impenitente. Me gusta. ¡¡HULK APLASTA!!

    Voy a por otra peli.

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  2. Me costó quince minutos de reloj decidir que era n niño, y es que en versión original este proyecto de adolescente hablaba con una voz más femenina que su peinado.

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  3. Hola Ana te devuelvo la visita.

    Estoy de acuerdo contigo en lo de la escena de la libreria, ahí ahi es donde digo yo que se parece a Camilo Sesto.

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