LA MADRE DE ÉL

La Madre de él (traducción libre y poco meditada de Smother) llega a las pantallas con un efecto curioso. Descoloca. No por su apariencia tosca, estupidilla y de tercera categoría. Es más bien por el choque que provoca ver a actores de categoría enfrentándose con algunos de los caracteres más estrambóticos, exagerados y tópicos de sus carreras.

El pobre Noah tiene una vida normalita, es terapeuta, tiene una mujer preciosa y una vida normal. Pero como en todas estas películas lo mejor que se puede hacer es darle un poco la vuelta a la tortilla consiguiendo que el angelito se quede en paro, se mude a su casa un friki de mucho cuidado que no abandona el sofá y por supuesto su madre decida ir a vivir, junto con media docena de perros, al hogar conyugal mientras su esposa agita calendarios de fertilidad por toda la casa reclamando esperma.

Hasta aquí cualquier variante vista en las comedias al uso se va a repetir docenas de veces hasta enervar. Parte de la culpa la tiene la incapacidad de Diane Keaton de poner un poco de perspectiva a la elección de papeles cómicos tirando siempre por el camino del histerismo y la neurosis crónica. Pero sin duda no colabora el hecho de la sosa y poco convincente pareja protagonista. Una Liv Tyler poco entusiasta a la hora de hacer reír y un Dax Shepard que no consigue conectar del todo con al gracia intrínseca de su perdedor personaje.

Olviden El Padre de la novia, La madre del novio, Los padres de Ella, Los padres de él y demás vertientes parentales con familias involucradas porque la película no sería capaz de salir bien parada de ninguna comparación con ellas… Si, de ninguna.


PROS: Las ingeniosas torturas mataesperma.

CONTRAS: La innecesaria propuesta rodeada de tópicos, ¡Por dios si meten hasta perros!