CATERINA SE VA A ROMA


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Caterina va in città es una interesante cinta que consigue reflejar con una mirada infantil pero certera la realidad de Italia a través de los ojos de Caterina, una chiquilla que se muda a la gran ciudad y se convierte en el reflejo de los anhelos de su padre, un profesor provinciano con ínfulas de grandeza que la matricula en un colegio ilustre para que se relacione con la flor y nata de la sociedad romana y por ende él pueda ser reconocido por sus ingeniosas ideas.

Montaldo Di Catro no es lo mismo que Roma. Eso parece obvio cuando desde los suburbios se ve asomar la grandeza de la ciudad, cuna de la cultura, la política y los medios de comunicación. Una Roma moderna, nocturna y bulliciosa que Sergio Castellitto lleva anhelando años desde su pequeña escuela llena de fracasados. Su discurso inicial demostrará que su personaje tiene pocos escrúpulos a la hora de juzgar y progresar en la vida cosa que compensa con una mujer entregada, cariñosa y torpona consciente de vivir siempre bajo su sombra y una hija dedicada y talentosa.

El contraste de la mentalidad de la pequeña hará las delicias de sus guionistas que podrán recorrer con ella las miserias de los más famosos, los más deseados y codiciados y con sus nuevas amigas y amigos descubrirá que la aparente soledad que la acompañaba desde su destino original es una opción más que razonable ante la vertiginosa relación con los adultos y su mundo de dinero, fama, fortuna y apariencia, mundo que no dejará de interesar a su cada vez más insistente progenitor.

En esta película Paolo Virzì se desvive por mantener la intimidad frente al despliegue de lujo en forma de invitados glamourosos (tipo el Señor Benigni o Michele Placido) que pueblan la nueva vida de la pequeña que son retratados con cierta condescendencia simpática para contener la idea de comedia a pesar de las fuertes dosis de drama.

Caterina va in città es una delicia con forma de aperitivo, una cinta íntima, pequeñita y convulsa que sirve para mover los cimientos de una forma a veces tan sutil y cariñosa que se precisan los pasajes de contemplación musical para poder interiorizar los vericuetos emocionales de la pequeña protagonista, una actriz que promete dar muchos buenos papeles en el futuro.

Sergio Castellitto está sencillamente brillante en una suerte de Nanni Moretti redicho doctrinal y escrupuloso padre. A pesar de que siempre goza de esa supremacía actoral en este caso es especialmente relevante al convertirse en el protagonista (presente incluso cuando no lo está) y ganando pese a su lozana antipatía o pocas escenas ingeniosas.


PROS: Su magnífico equilibrio.

CONTRAS: Su marcada construcción por capítulos.

2 comentarios :

  1. La película no la conozco, pero existe una serie muy exitosa en Italia que parte de una premisa casi idéntica y se llama "I Liceali". Curiosamente el personaje principal -padre y profesor- siempre me recordó a Sergio Castellitto !)

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  2. Pues le recomiendo su visionado ya que estoy convencida que será totalmente de su agrado.

    Yo por mi parte intentaré rotundamente encontrar la citada serie ya que precisamente la idea principal es lo que más engancha de la cinta y el personaje (secundario pero principal) roba planos que son memorables.

    Si la ve espero ss impresiones.

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