Assassination Nation, un futuro muy cercano y en femenino.


Si hay un película para escribir páginas y páginas sin cansarse y seguir indagando en las ideas y las consecuencias del milenialismo actual es Assassination Nation o como llegará a a España Nación Salvaje. La película llegará a los cines el 29 de marzo y viene precedida de muy buena acogida en todos los festivales donde se ha presentado porque es una visión satírica, repleta de humor negro y violencia que no deja indiferente a nadie. Para bien o para mal.

Pongamos que el punto de partida es un mundo donde los teléfonos móviles, los dispositivos que usamos a diario, poseen tanta información personal como para que se pueda montar una autentica debacle si alguien decidiera piratearlos y publicar su contenido de forma pública. Este es uno de los puntos de partida de la cinta, pero es sólo una de tantas lecturas posibles. Salem es un pueblo aparentemente normal, con un instituto aparentemente normal donde las muchachas que rondan la mayoría de edad no tienen pelos en la lengua y se desenvuelven en un mundo de adultos como pueden o como quieren aparentar. En ese mundo de apariencias y falsedades se rompe la baraja cuando los secretos de casi todo el pueblo pasan a ser de dominio público y el otro medio pueblo se cree en la autoridad moral de juzgar y sentenciar lo que consideran apropiado o incorrecto. Una especie de espejo en el que sólo ven reflejado lo que menos les gusta de los demás y que desemboca en una orgía  de violencia y desmadre absoluto.

La cinta comienza con una declaración de intenciones, una presentación catártica al más puro estilo MTV donde las cuatro protagonistas exponen las cartas antes de que se rompa la baraja y que continua con un ritmo frenético donde si entras en el juego te ganarán desde el minuto uno. 

Funciona muy bien su reparto, unas chicas que saben lo que quieren y reparten estopa. Las nuevas brujas de Salem no hablan de brujería, hablan de sexo, traición, alcohol, drogas, apariencias, compañerismo, y moral. Cada una tiene la suya, eso sí, y si no te gusta pues en el momento del estallido siempre puedes tomarte la justicia por tu mano. Pero antes de llegar a esa peculiar noche de "la purga" pasan por analizar los egos masculinos, las mentalidades de los adultos que les rodean e incluso la concepción del uso de la tecnología para justificar cualquier tipo de comportamiento.  es que está demostrado que  esconderte tras una pantalla hace que los usuarios actúen con total impunidad y el anonimato sea una coartada para cualquier barbaridad que va desde el acoso al uso de máscaras cuando la cosa se vuelve más personal. 

La película me ha entusiasmado por todo lo que ofrece y cómo lo vende. Además tiene muchas cosas que me interesan como ser humano y como madre. No es una cinta dirigida a adultos. Es una película que con toda su crudeza debería ser degustada y entendida por los adolescentes que serán los protagonistas de ese futuro no tan lejano. Si salvamos la idiosincrasia de los americanos y las diferencias culturales esta distopía social no está tan lejos como pueda parecer. Los juicios y lo moralmente admisible se ponen a debate sobre la mesa en no pocas conversaciones fascinantes como la de Lilly con su director o en la tensa cena sobre el juicio (post internet) de si ese mismo director es pederasta por sacar una foto en la bañera a su hija de 6 años. Conversaciones donde exponen todos los puntos de vista por extremos que parezcan y donde se va notando como es más fácil ver la paja en el ojo ajeno que la viga en el propio. Una lección de cómo la nueva generación de chavales han cambiado el discurso y los problemas de la sociedad y o nos adaptamos y los vemos venir o la caza de Salem está más cerca de lo que parece. 

Si, me ha entusiasmado, y tras verla una segunda vez me ha planteado muchas más dudas e inquietudes que la primera, y eso que se trata de ficción, se trata de extremos, se trata de la vida de las nuevas generaciones. 


A título personal y para no dejaros con la intensidad y pensando que la película es una oda independiente llena de reflexiones densitas os quiero comentar que Sam Levinson (si, hijo de Barry) tiene muy buena mano en el discurso y que la locura desenfrenada de montaje y el discurso violento y loco de su final, con toda esa bandera de Estados Unidos presidiendo la orgía de sangre, no tendría sentido sin sus protagonistas, sin una Hari Nef que presenta el papel de transexual más refinado, realista y necesario que he visto en mucho tiempo, sin Odessa Young, Abra o Suki Waterhouse, sin darle un papel minúsculo y despreciable al nuevo Pennywise, Bill Skarsgård o convertir a la nariz más perfecta del mundo cómico en un ser despreciable en el papel más canalla de Joel McHale.

Por todo eso, muchas gracias. Gracias por atreveros, por sacarlo adelante, por venderla y por conseguir distribuirla. 

Una perlita bañada de feminismo, empoderamiento y todo lo que hayáis leído por las redes, pero que va más allá de eso. no os quedéis sólo con las modas, degustarla despacito y haced vuestra propia lectura porque merece la pena.

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