Asher

Título Original: Asher
Año: 2018
Duración: 105 min.
País:  EEUU
Dirección: Michael Caton-Jones
Guión: Jay Zaretsky


Música: Simon Boswell
Fotografía: Dennis Crossan
Reparto: Ron Perlman, Famke Janssen, Richard Dreyfuss, Peter Facinelli
Productora: Wing and Prayer Pictures (Ron Perlman) 
Género: Drama


Asher es una película producida y protagonizada por el actor Ron Perlman (Ganador de Globo de Oro en la serie de TV La Bella y la Bestia), rostro peculiar y reconocible como pocos, son de los actores inconfundibles en las pelis. En este film protagoniza a Asher, un antiguo miembro de la organización de inteligencia y operaciones del Mosad reconvertido en casi un jubilado sicario, un asesino que cobra un sueldo base con un plus añadido si colabora en equipo dependiendo de la dificultad del contrato. A Asher no le gusta colaborar con nadie, él hace sus recados y los cumple a sangre fría, utilizando una técnica de sigilo muy sencilla y peculiar. Realiza una activación en la alarma de incendios para disparar cuando la víctima abre la puerta y así cumplir su objetivo. El tiene una vida solitaria, cada vez que trabaja descansa en su apartamento de Brooklyn, come solo y bebe un tinto en la terraza.

 La película en sí es Ron Perlman, parece un actor de viñeta, pocos registros sin muchas palabras y sin lucidez sentimental, poca empatía ni se emociona ni sufre y es algo brusco. Las secuencias le rodea, ritmo tibio y pausado que tiene una gran ambientación, con unos paisajes de la ciudad e iluminación (a destacar el efecto de gas) que cualquier usuario del GTA ya le gustaría profundizar en las misiones de sicario.

La primera media hora la peli en sí es la presentación de nuestro nuevo héroe, buen cocinero y conocedor de gran vino en su vida privada hasta que acepta un delicado contrato y conoce a Sophie, en un trabajo que en sí no sale de lo más airoso cuando trabaja en equipo. En ese momento nos recuerda el gran francotirador que fue en Enemigo a las Puertas.  Ya advirtió que no aceptaría cooperar con compis de equipo y sería algo que jamás iba a hacer, pero parece ser que una misteriosa y creciente nueva organización en la ciudad puede interferir en los trabajos rutinarios de quien trabaja Asher.

La relación entre los personajes comienza a estrechar hilos conductores, la amistad junto a Sophie comienza a borbotear y realizan sus correspondientes visitas. Pues es ahí cuando la película continúa un ritmo lento pero con una tensión creciente, creando la desconfianza de quienes rodea en el mundillo de Asher, incluso para los espectadores poco a poco el clima de tensión comenzamos a tener sensación cierta incomodidad de la situación, una poca seguridad que le protege a nuestro héroe protagonista.

Sospechamos en el nuevo tejido y hasta de la vinculación de Sophie en el entramado cuando intenta acercarse mucho a la vida solitaria de Asher, la implicación para la ayuda de su madre que sufre demencia senil, ni reconociendo a su propia hija. Todo espectador percibe un cierto aire sospechosa inteligente victimisma, notamos gélido emocional cuando solicita ese auxilio alentador, el escaso atractivo social y solitario de Asher ingenuamente cae en los encantos más naturales de Sophie.

Esa nueva situación rodea la vida de Asher, comienza a proliferar los atentados misteriosos y los ataques recibidos hasta cuando sale a pasear o cenar, provoca la obligatoria huída de su apartamento, una escapada hacia un refugio en el bosque, huir inmediatamente de su vida rutinaria confiando solamente en la reciente pero desacertada amistad amorosa. 

La película es esa sesión del festival SYFY seis u ocho de la tarde, tuvo la premiere mundial en el Festival de Sitges y aunque a Ron Perlman le dieron el Màquina del Temps, premio honorífico a toda su trayectoria, parece no pasó el filtro para el siguiente festival. Una lástima que no se disfrutara pues una gran opción para quienes les gusta la intriga y el cine negro, un buen guión con una historia acertada creciente en tensión y diálogos directos, escasos pero acertados aunque recaen en personajes bastante planos pero una apuesta segura en legendarios actores como Richard Dreyfuss, los enemigos cada uno polarizado con su rol extremo en la red de bandas criminales. y aunque Ron Perlman no tenga amplios registros o recursos interpretativos, sí que puede parecer ese héroe brusco inexpresivo de comic tipo Hellboy que recae con cierto encanto.

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