NUEVA YORK PARA PRINCIPIANTES

Simon Pegg está de moda. Es un valor en alza. Algunos juzgan este tipo de afirmaciones por el número de millones que se recaudan en taquilla. A mí, al contrario, me gusta valorarlo en función del tipo de chicas con las que acaba compartiendo pantalla. Si con su físico cuestionable ya ha conseguido seducir a Thandie Newton y ahora es capaz de enrollarse con la mismísima novia de Spiderman (Kirsten Dunst). Esto sólo puede significar algo. ¡El inglés se muda a Hollywood!

En How to lose friends and alienate people (posiblemente traducido como “Cómo perder amigos y alienar a la gente”), corto y discretito título, Pegg interpreta a un paparazzi carroñero que se arrastra de fiesta en fiesta en Londres hasta que recibe la llamada de una importante revista americana. Coge las maletas tan rapado como puede y se va a nueva York donde empezará una carrera como periodista “serio” para una publicación de cierto prestigio que le permitirá gorronear en las fiestas y relacionarse con autenticas estrellas por primera vez en su vida. Pero, ¿hasta donde es capaz de llegar para conseguir ser un redactor estrella? ¿O por intentar conquistar a la nueva chica guapa de Hollywood?

El señor Pegg no se desprende pues de sus importantes bazas, véase, su acento británico y su vis cómica y chiste fácil. Pero si deja de lado el gusto por el gamberrismo para adaptarse a los usos y costumbres de la comedia romántica americana. Esta edulcorada obra es por tanto un paso lógico hacia delante para hacerse un hueco en la industria y una desgracia para todos su fans que acostumbrados a sus brillantes salidas de tono van a encontrar una tarta insulsa, con mucho merengue, excesivo relleno y poca gracia.

¡Una penita!


PROS: Los cameos, toda la industria inglesa al completo desde la señorita Newton a todo IT Crowd.

CONTRAS: Pierde toda la mala chufa y desaprovecha la oportunidad de dar una buena patada en el culo a la prensa de cotilleos y a los trepas.