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Dado que no soporto a Juliette Lewis y sigo sin comprender como puede ser el centro de una historia de amor o provocar la más mínima atracción sobre un hombre me resulta altamente complicado simpatizar con la parte ligeramente romántica. Si se suma que no acaba de cuajar ni el drama familiar, ni el social y ni se acerca a ser una película generacional o amigos en realidad Aurora Boreales navega por aguas peliagudas sin decantarse por ningún puerto concreto.
Un poco aburrida y sólo salvable en las escenas donde Donald Sutherland (el abuelo enfermo) roba todo el protagonismo a la joven exestrella televisiva es la típica película emitible en Antena 3 a las cuatro de la tarde. Puro y duro telefilm con ínfulas de grandeza.
PROS: A parte de Donald Sutherland en los escasos segundos que Joshua Jackson se quita la camisa, al menos estaba entretenida.
CONTRAS: flojo drama, poco humos y nada de interés en una hora y tres cuartos que parecen una eternidad.
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