AURORA BOREALIS

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Bueno, esto es Pacey, ups, esto, perdón… Es culpa de mi enajenación transitoria debido a los tartamudeos, comentarios e incluso vestimenta de Joshua Jackson en esta peli que pensé que se había escapado de Dawson Crece… Bueno, al tajo, la cuestión es que le personaje de Duncan asombrosamente parecido a Pacey es un simpático y gamberrete chico que es incapaz de conservar un empleo por más de un mes. Su hermano parece un triunfador y tras la muerte de su padre parece perdido y sin rumbo. Inicia una relación más estrecha con sus abuelos trabajando en el mismo edificio donde ellos habitan mientras intenta cuidar y comprender a su abuelo que tiene parkinson y una ligera demencia. En una de las visitas de su asistente social, interpretada por Juliette Lewis inicia además una relación con ella.

Dado que no soporto a Juliette Lewis y sigo sin comprender como puede ser el centro de una historia de amor o provocar la más mínima atracción sobre un hombre me resulta altamente complicado simpatizar con la parte ligeramente romántica. Si se suma que no acaba de cuajar ni el drama familiar, ni el social y ni se acerca a ser una película generacional o amigos en realidad Aurora Boreales navega por aguas peliagudas sin decantarse por ningún puerto concreto.

Un poco aburrida y sólo salvable en las escenas donde Donald Sutherland (el abuelo enfermo) roba todo el protagonismo a la joven exestrella televisiva es la típica película emitible en Antena 3 a las cuatro de la tarde. Puro y duro telefilm con ínfulas de grandeza.

PROS: A parte de Donald Sutherland en los escasos segundos que Joshua Jackson se quita la camisa, al menos estaba entretenida.
CONTRAS: flojo drama, poco humos y nada de interés en una hora y tres cuartos que parecen una eternidad.

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