CEMENTO ARMATO

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Diego vive a costa de pequeños hurtos. Se mueve en los bajos fondos de la vida romana, con una familia desestructurada y marcado por el abandono de su padre cuando aún era pequeño no tiene oficio ni beneficio a parte de lo que saca vendiendo de extraperlo objetos robados. Todo cambia sin embargo cuando en un atasco decide retomar una vieja afición: destrozar los espejos retrovisores de los coches para pasar con su moto. El problema es que topa con el espejo equivocado, el del mayor narcotraficante de Roma que junto con su esbirro negro tienen uno de los emporios más importantes de Italia y que no está dispuesto a olvidar la jugarreta infantil de Diego.

¿Sabes estas películas den las que en tres planos decides que tiene que gustarte? Porque parece que hay algo que cinematográficamente tiene sentido en esos primeros minutos. Esta empieza así: un hombre a la orilla del río es ajusticiado por el capo mafioso, lo siguiente es la imagen de una chica medio desnuda que duerme en la cama mientras la observa su novio. Hay algo de ideal en un empiece tan consistente. Por eso la ilusión de que la película es mucho superior a lo que de verdad es acompañará durante la primera hora para dejar paso a un cierto desconcierto cuando parece flaquear.

Cemento Armato es un interesante ejercicio de Noir italiano digno, correcto y bastante bien estructurado. El cine italiano como el español no se atreven a tratar estos temas porque para eso los americanos hacen mucho y muy variados productos que funcionan mejor en la taquilla y que, por aquello de la lejanía, resultan muy bien. Sin embargo poco a poco a parte de las comedias y dramas de diversa calidad algunos se arriesgan con obras como esta o la incuestionablemente mejor Romance Criminal. La historia está razonablemente bien construida aunque un poco forzada para hacer encajar las piezas y demasiado pendiente de la casualidad en algunos factores y es que en los thrillers la explicación del destino y la casualidad no suelen ser muy ortodoxas. Pero es en realidad en sus blandos protagonistas donde tiene el peor tropiezo. Mientras Nicolas Vaporidis, especializado en comedia de verano para adolescentes flaquea como héroe, o antihéroe de acción, su novia Asia resulta igualmente transparente y poco atractiva (pareja que ya coincidió en Notte Prima degli Esami Oggi), otro tanto le sucede al pausado capo mafioso que a veces resulta algo exasperante (Falleti, profesor de la primera parte de la antes citada) y el shock más grande pero quizás el único efectivo es el del sicario de color dando notas didácticas a su jefe.

El equipo de director y guionista Brizzi/Martani se han especializado en comedias juveniles, género que es más cómodo y agradecido pero para dar este cambio también han optado por dejar dirigir a Martini en lo que es un excelente debut. Puede que por eso se haya rodeado de los actores que tantas alegrías les dieron en el pasado sin pararse a meditar sobre las capacidades de estos pero como antes mencionaba es un problema menor ya que la dignidad y la cierta gracia con los que resuelven una historia altamente satisfactoria puede hacerse perdonar por la interesante relación cruzada de todos los personajes, las historias de todos se juntan para que se persigan entre sí sin saberlo, un enrevesado gato persiguiéndose la cola con consistencia cuestionable.


PROS: Oír al final del metraje la voz de Giuliano entonando la banda sonora.

CONTRAS: La falta de rodaje de género que podía haberla hecho incuestionablemente mejor.

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