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En la Italia de la posguerra las penurias y calamidades obligan a Nino, un bribón de tres al cuarto, a buscar una vida mejor. Tras unos pequeños, y no tan pequeños hurtos, con un coche “prestado” parte rumbo a Abulia con su madre convencido que pasar una temporada con su tío, un pobre hombre todo corazón pero algo corto de luces pede sacarles del problema. Él siempre estuvo enamorado de la esposa de su hermano, ella aún recuerda a su marido y su hijo seguirá sacando provecho incluso ahora que la situación parece solucionada.
Antonio Albanese está soberbio en su interpretación de un pobre hombre que dedica su tiempo a desactivar las minas que la guerra ha dejado en la zona. Como él mismo sostiene siempre es mejor que si una mina mata a alguien sea a alguien torpe y tonto como él que a cualquier otra persona. Entrañable, encantador y soñador consigue dotar al personaje de un candor especial convirtiéndolo en algo mágico.
A parte del retrato de toda una época donde todo valía para huir del hambre y donde algunos personajes se empeñan en mantener la dignidad mientras otros nacieron ya sin ella Pupi Avati consigue un relato cómico y tierno que puede considerarse de lo mejorcito de su carrera. Con pulso sobrio dibuja sus personajes adultos y las inquietudes que les invaden con tal dulzura que al llegar al final del metraje planta en el espectador la semilla de la esperanza. Y señores, esto en el cine actual es algo bello y casi imposible de encontrar.
PROS: Antonio Albanese
CONTRAS: Que Neri Marcorè, a pesar de su esplendido retrato de bribón no acaba de encajar (quizás por edad) en el conjunto de la cinta.
No sabia nada de esta peli, me gustó tu reseña.
ResponderEliminarVengo desde el blog de Cine y Arquitectura.
Saludos