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Y van…
Saw fue un soplo de aire fresco para la cartelera. Terror sanguinario, algo gore y con misterio. Por desgracia siguieron cuatro más y esta última sin duda la peor de todas y cada una de las cintas anteriores. Bajando un escalón y repitiendo la misma fórmula de redimir los pecados de determinados delincuentes para que puedan apreciar sus miserables vidas.
Si en la cuarta entrega los más entusiastas pensamos que con la muerte de su protagonista las aventuras de Puzzle habían acabado nos equivocábamos para mal. Ahora en una vuelta de tuerca más con actores bastante mediocres y un argumento cogido por los pelos donde dos policías luchan en un estado de poder para descubrir quien es el nuevo asesino , secreto que no se molestan en ocultar desde su inicio, mientras otro grupo de personas son torturadas poniéndose a prueba en otra truculenta trampa de Puzzle.
¿Por qué es la peor entrega de la saga? Porque por primera vez el aliciente de descubrir el sádico que se encuentra tras los asesinatos (y mira que lo ponían difícil al ser ya un viejo conocido en las otras entregas) no es el misterio, si no más bien la consecuencia de la filmación aburrida y condescendiente de esta última cinta diseñada para conseguir algo de dinero en taquilla gracias a los coletazos de los fans del horror que conscientes del declive de esta saga no se pueden resistir a comprobar si la genialidad de su primera parte, o incluso la gracia de su segundo capítulo salpicaban esta última. Por desgracia esto no sucede y sales del cine con la sensación de haber perdido el tiempo y el dinero.
PROS: Al menos conserva el tétrico look y el gusto por el gore.
CONTRAS: La sombra de Jigsaw es alargada, muy alargada.
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