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Parece que Nia Vardalos ha renacido después de una época de sopor. Tras Mi Gran Boda Griega poco se supo de su protagonista que se dedicó básicamente a repetir el perfil en comedias televisivas idénticas. Mi Vida en Ruinas recordó que existía al gran público y animada por este hecho se ha lanzado a la dirección y a guionizar su propia comedia romántica.En este caso interpreta a una florista con las ideas muy claras. Su plan infalible es mejor que cualquier vacuna contra el desengaño amoroso. Consiste en llevar un férreo plan de citas que consigue abarcar todo el romance sin la decepción de la ruptura o el desengaño. Por eso cuando conoce a un hombre sabe que en 5 citas podrá tener lo más interesante de él sin ir más allá. Sin implicación no hay dolor.
Además opta por una comedia transparente, simpática y para mujeres. Genevieve encarna la perfecta feminista (de palo) y durante los cortos minutos en los que es capaz de mantener el engaño inicial la película promete dentro de los cánones. Se apoya en John Corbett, el galán de la historia, un hombre apaleado que tiene la poca fortuna de abrir un local de tapas justo al lado de la floristería de la protagonista y seducido por la idea de su plan de citas acaba enredado con ella. Corbett ya fue partenaire de Vardalos en su Gran Boda Griega y paseó palmito por Sexo en Nueva York, lo cual siempre es un aliciente para las féminas amantes del género que reconocerán al simpático y tímido barista y simpatizarán rápidamente, mucho más que con la protagonista femenina.
El principal problema de la cinta es que poco consciente de su insulsa superficialidad se alarga (como viene siendo costumbre) mucho más de lo debido (obviando por supuesto la obligatoriedad de la previsilibidad de la comedia romántica).
Al final resulta cargante y un poco decepcionante.
PROS: El conato de reivindicación feminista.
CONTRAS: Su excesivo metraje y su previsible desarrollo.
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