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¿Está mal de la cabeza Mel Gibson? El tipo era un crack en los ochenta y los noventa. Después le dio por rodar películas en idiomas raros, extinguidos o inventados. Dejó de actuar para dedicarse a su familia pero la cambió por una modelo veinteañera y regresó al cine como héroe de acción de nuevo, anacrónico y cascado. Maduro pero poco conservado. ¿Elegirá de nuevo proyectos decentes o se verá inmerso en una sucesión de cintas de escasa calidad comercial pero muy alimenticias?
Al Límite es un tópico y efectivo thriller con acción e intrigas industriales. Un policía recibe la visita de su adorada hija. En la puerta de su hogar un asesino acribilla a la criatura en lo que parece que es un accidente por matar al madero pero… quizás la victima no era tan involuntaria. De ese modo el policía torna en investigador y vengador de muertes que irán surgiendo en el camino.
Martin Campbell, autor de algún potable Bond, se deja seducir por una serie televisiva, Edge of Darkness y con un estilo narrativo excesivamente serio y profundo quita efectividad a lo que podía ser una cinta de venganza a la antigua usanza. La previsivilidad hace que a los pocos minutos de película haya pocas sorpresas por descubrir alargando la cinta innecesariamente en una especie de tributo crepuscular a Gibson.
PROS: Puede hacer un apaño a una tarde lluviosa de domingo.
CONTRAS: En general cualquier lectura más profunda que la capa superficial de peli de acción le hace mucho daño.
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