Django desencadenado

Película: Django desencadenado
Director: Quentin Tarantino
Intérpretes: Jamie Foxx, Christoph Waltz, Leonardo diCaprio, Kerry Washington, Samuel L. Jackson, Don Johnson, Franco Nero, Bruce Dern
Proyección: Renoir (Martín de los Heros)
Afluencia: 49 personas
Valoración: 4



¡Qué lástima! Una idea extraordinaria y con tantos hallazgos echada a perder por el egocentrismo de Tarantino. En sus primeras obras, incluso en "Kill Bill" era innovadora el tratamiento de la violencia y lo convertía en algo llevadero por la coreografía y el sentido del humor propio y además con colegas. Pero habiendo hilvanado un guión con muchas posibilidades (un cazarrecompensas disfrazado de dentista y con su carromato descacharrante libera a un negro con el fin de que le indique quiénes son unos pistoleros y la relación entre ellos que llega al culmen con el intento de liberar a la esposa del antiguo esclavo) y escenas espectaculares como son las primeras sus posibilidades se vienen abajo por el afán de ser moderno con esa música y una partitura de Morricone poco inspirada. Se inspira en los spaguetti-western, con Sergio Corbucci como especial referencia y con el vaquero más conocido de este género, Django que hizo famoso Franco Nero, al que se rinde homenaje en un brevísimo papel. Mejora el ritmo y la mayor profundidad en el guión pero lo lastra el mayor presupuesto la violencia que se ve más propia de un videojuego o esa fotografía brillante y esa dirección artística tan depurada y hace que echemos de menos el polvo, los tonos marrones. Hay ideas interesantes como el mayor protagonismo de los negros, aunque es difícil de creer la relación entre Samuel L. Jackson y diCaprio que parece un trasunto de la relación entre los protagonista, la presencia de los luchadores mandingas, la convivencia de sheriffs y marshalls, algo poco frecuente en las películas del Oeste, o el juego del alemán. Otro mal es la impresión de pasárselo bien los actores, de hecho el único debutante, aparte de los que salen en brevísimos papeles, es el sobrevaloradísmo diCaprio, que está a mucha distancia de los excelentes Waltz (justa estatuilla) y el portentoso Jamie Foxx con el único personaje que tiene una evolución creíble, que destrozan la seriedad del proyecto. También hay escenas ridículas como la de los encapuchados y una en que aparece el propio director que no puede con el hecho de ser niño de bautizo, chico en la Primera Comunión, novio en una boda o muerto en un tanatorio. Para ver películas así hay que llevar consigo el bicarbonato pero claro no sería una sorpresa el cine, algo que golpea tus entrañas para bien o para mal.

Publicar un comentario

Copyright © El lado oscuro del celuloide. Designed by OddThemes