Esta reportera debería ser considerada directamente el enemigo número uno de este país y por ende del suyo y su desfachatez se podría castigar con la muerte en la mayoría de los estados de USA. Con razón.
Eso sí, consigue darnos más registros de la pizpireta actriz que pasa de adolescente alucinada a psicópata cabreada. Imperdible
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