Director: Alejandro González Iñárritu.
Intérpretes: Michael Keaton, Emma Stone, Edward Norton, Zach Galifianakis, Naomi Watts, Amy Adams.
Proyección: Princesa.
Afluencia: 105 personas.
Valoración: 7.
La última película de Iñárritu, presentada en Venecia y candidata a unas cuantas estatuillas en Hollywood, da una vuelta de tuerca al cine a que nos tenía acostumbrados a ver con varias historias en diferentes lugares. Sigue habiendo muchos personajes potentes pero introduce el humor y además sus imágenes no pierden fuerza para nada. Incluso el film se hace sin cortes, emulando a Hitchcock y "La soga". Se centra en el rumbo que desea tomar un actor de mediana edad, que vive de las rentas, ya escuálidas, del personaje que le dio la fama, "Birdman". Y se adentra en el mundo del teatro, algo que es conocido para los que nos gusta el cine, pues hay películas que tratan el tema y además se centran en el cambio de medio como "Eva al desnudo" o en un actor decadente que busca su redención como director en "Dos semanas en otra ciudad". Aparecen personajes ya típicos como el actor más joven que busca su oportunidad y también se halla la familia en el escenario. Pero nada más lejos de la realidad que se centre en un escenario. Se mueve por diferentes lugares y hasta podemos ver Nueva York, todo ello con una fotografía espléndida, muy cuidada y justa. La cámara es manejada con una gran soltura y proporciona numerosos enfrentamientos entre los intérpretes. Se tratan muchos temas como la confrontación entre el amor y la admiración, la fama (geniales las menciones sobre los héroes de comics que vemos en las pantallas, la ironía hacia George Clooney...), los miedos, las rivalidades, las relaciones familiares (lo menos interesante con giros algo desconcertantes). Y todo ello con un humor vitriólico y con una voz de la conciencia presente y hasta el alter ego de Birdman. Además se muestra un gran detalle al confrontar la interpretación en la pantalla y el teatro donde se acentúa la gestualización. En cuanto al reparto decir que se hallan en estado de gracia y Michael Keaton demuestra lo bueno que es, en un papel que le debe resultar cercano, aunque yo creo que los protagonistas de comics también saben actuar, frente a la tradición que los presenta como caras de piedra. Pero me quedaría con Edward Norton por su capacidad de autoparodiarse al ser un actor típico del Método. Le sobra algo de metraje y algunos giros extraños de guión (El paso de cine a teatro, el final divertido aunque algo extraño). Pero Iñárritu se ha estrenado con nota en el reino del humor y hace una película divertida, no fácil de ver, pero lograda. Merece la pena ser vista.
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