Director: Alber Ponte.
Intérpretes: Gustavo Salmerón, Fran Grela, Paloma Bloyd, Mabel Rivera, José Ángel Egido.
Proyección: Acteón.
Afluencia: 27 personas
Valoración: 3.
Siguen en las parrillas de las televisiones públicas programas como "Españoles por el mundo" y los miembros de varias comunidades de nuestro país. En el cine apenas se había mostrado esta realidad y lejanas en el tiempo son "La línea del cielo" de Fernando Colomo e incluso "El crack" de Garci. La ciudad en común es Nueva York, aunque se ve poco salvo la catedral de San Pablo, pues una boda es el motivo que pone en marcha la cinta. Un treintañero debe ir a la ciudad de los rascacielos a la boda de la hija de una amiga de su madre. Le cuenta sus planes a un amigo que es despedido de su trabajo de entrenador y encima su chica rompe con él. Le propone un cambio de nombres para realizar otros planes. Llega a una familia y durante su estancia las cosas se complican y ese núcleo dice mentiras para salvar apariencias. Al llegar a la ciudad los dos amigos tiene historias distintas, la de Fran Grela, con su sonrisa de anuncio y su cara áspera sobra por sus estereotipos, enredos forzados y humor sin chispa, a pesar de las situaciones y los de la comunidad gallega son más consistentes, gracias al papel de Gustavo Salmerón, el hombre bueno que se ve arrastrado a esa vorágine pero que encuentra a gente que le hace feliz y a la que puede ser de utilidad con sus consejos de entrenador. Pero tiene mucho aire de tele-serie con personajes arquetipos y una estética muy propia de series paar toda la familia. Es impagable el hecho de ver a José Ángel Egido resolver con bastante gracia un personaje que debe mezclar en sus diálogos español e inglés (podían haber incluido gallego) y ver los tópicos gallegos como el pulpo a feira y los inevitables Estrella Galicia y Cabreiroá, cosas de patrocinadores. La obra está producida por Miguel Ángel Bernardeau, el responsable de "Cuéntame" y marido de Ana Duato. Una buena idea echada a perder por ir por caminos trillados y no querer profundizar. A pesar de todo mentir no está mal, si es de manera piadosa y si das con buena gente.
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