El Renacido

Película: El renacido.
Director: Alejandro González Iñárritu.
Intérpretes: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck.
Proyección: Princesa.
Afluencia: 38 personas.
Valoración: 5.

Hollywood con esta película demuestra lo mejor y lo peor del cine contemporáneo. Por una parte retoma un tema atractivo como es el tema de la supervivencia y la venganza y lo desarrolla con grandes técnicos, especialmente la fotografía de Emmanuel  Lubezki (justa estatuilla demostrando una enorme personalidad), en apartado musical se halla Ryuchi Sakamoto y actores de primera división como DiCaprio (Gran esfuerzo físico, lo cual es atractivo pero prefiero "El lobo de Wall Stree"). Añade a ello aires ecologistas y cierto aire panteista y un director con un mundo propio en lo posible de estos engranajes. Además sigue la moda de las revisiones de cintas como en este caso "El hombre de una tierra salvaje" con Richard Harris, con escaso presupuesto y cierto tirón de crítica y público, sin olvidar que toma como soporte una novela de M
ichael Punke. Podemos ver escenas de una enorme crudeza (el ataque del oso)  y otras de una enorme belleza (la batalla contra los indios en que casi no se ve al enemigo poniéndonos en una situación que nos podría pasar a nosotros mismos) aunque me quedo con la del caballo en el barranco con su significado religioso de este tiempo pascual (resucitar tras una terrible caída y salir renovado en pos de su objetivo). Pero el guión flojea bastante pues queriendo contar una historia que requiere mucho menos tiempo del que emplea se recrea bastante en aspectos técnicos. Admito que se quieran tomar licencias en esa historia, basada además en hechos reales pero busca lo más digerible y resultón entrando en colisión con la veracidad (la caída, la rotura de pierna que se arregla en nada sin ninguna intervención). Y ésta es la cara negativa del cine actual por lo general poner la carne en el asador pudiendo ser más sencillo y lógico aún a riesgo de la taquilla. Iñárritu, a pesar de sus dos oscar seguidos, se está convirtiendo en un director con síndrome Scorsese, es decir,  su obra es valorada ahora cuando lo mejor lo ha hecho antes. O también puede ser signo de que el séptimo arte no es lo que era y las viejas generaciones, aun bajando el pistón, pueden por lo general con los nuevos directores. Les obra cierto distanciamiento, salvo en la preciosa batalla, mostrando que la violencia puede ser algo fascinante pero da sensación de que hay mucho relleno en esta epopeya. He ahí pues los claroscuros de estos tiempos en las pantallas estadounidenses.

Publicar un comentario

Copyright © El lado oscuro del celuloide. Designed by OddThemes