Siempre Juntos (Benzinho)
2018
Brasil, Alemania, uruguay
95 min.
Director: Gustavo Pizzi
Guión: Gustavo Pizzi, Karine Teles
Fotografía: Pedro Faerstein
Intérpretes: Karine Teles, Otávio Müller, Adriana Esteves, Konstantinos Sarris, César Troncoso, Mateus Solano, Camilo Pellegrini, Ariclenes Barroso, Pablo Riera, Lucas Gouvêa
Creo que tengo un amor inconfesable con al relación de Gustavo Pizzi y Katerine Teles. Incluso sabiendo que ya no son pareja. En lo personal, se entiende, porque mientras sigan haciendo maravillas como Siempre Juntos en lo profesional seguiremos esperando grandes cosas. Muchos no habréis oído hablar de esta cinta coproducción entre Brasil, Uruguay y Alemania y es una pena porque es una cinta bastante bonita y amable y un reflejo de una sociedad y de na forma de vivir la familia y la maternidad que a lo mejor os interesa mucho.
Irene es un ama de casa pero que tiene grandes sueños, quiere estudiar y sacarse su graduado, gana dinero vendiendo telas y sábanas, y además lleva a delante a una familia de cuatro hijos mientras su marido, un señor encantador que se deja seducir por castillos en el aire lleva una librería en Río de Janeiro. No son pobres, pero no son ricos. Son una clase media baja con ganas de subir un escalón y muchas ganas de hacerlo. No es una realidad de favelas pero si de casas en ruinas y de familias con cimientos que hay que arreglar. La vida de Irene cambia cuando su hijo mayor es fichado para irse a jugar al balonmano a Alemania y la familia tiene que asumir su marcha. Como madre dejar a un muchacho que aún no ha cumplido la mayoría de edad marchar a un futuro mejor es una mezcla de dolor y amor al mismo tiempo y muchas escenas hacen, que como madre, comparta los pensamientos de esa mujer y sus sentimientos encontrados. La magia de Siempre Juntos es que cada persona de la sala encuentra alguien con quien conectar porque los perfiles de la familia son sencillamente geniales. No sólo tienes la fortaleza mental de la madre y las fantasías del padre, tienes el idealismo del hijo mayor y la incorporación en la familia de la hermana de Irene que huye de su marido, un maltratador de tomo y lomo que se une a dar apoyo y quebraderos de cabeza en este delicado momento de sus vidas.
Es importante saber que en Siempre Juntos hay mucho del director y de su protagonista, como os comentaba son expareja en la vida real y padres de los gemelos de la película. Pero además ella es co-guionista de la cinta y eso se nota porque una madre da los matices necesarios para crear ese vínculo con la espectadora femenina y hacer aparecer la lagrimilla que el pulso de dirección de su marido frena hasta el final. Y además la vivencias de ellos se ven reflejadas en esos personajes tiernos y adorables que tienen más de referenciales que autobiográficos. Es cierto que ellos se casaron jóvenes, que tuvieron una familia pronto y que se fueron de casa siendo niños pero es una realidad que en Brasil el habitual, no lo es tanto que Gustavo Pizzi jugara al balonmano pero eso también le da un toquecito personal que se nota.
Benzinho es una cinta pequeña, con un presupuesto modesto pero con muchísimo corazón. Ya sabéis que tenemos especial cariño a la gente que arriesga y pone pasión a lo que hace y con esta (ex) pareja hemos pasado un rato entretenido, a ratos con el clinex en la mano pero siempre con la misma sonrisa que Irene al enfrentarse a al adversidad.
Os la recomiendo mucho.
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