En Madrid se celebran muchos eventos dedicados al cine. Algunos de ellos llevan muchos años afincados en la capital y gozan de una impecable fama. Y luego está la CutreCon.
Vamos a centrarnos en la proyección en plena hora golfa de The
Room
en el madrileño cine del Palacio de la Prensa ante una sala abarrotada que colgó semanas antes del evento el cartel de Sold
Out, y es que la ocasión lo merecía. De una parte contaba con el increíble reclamo de la presencia de Greg Sestero
que estuvo atendiendo a los fans en su puesto de merchandising
pero que ademas se prestó a recitar una escena eliminada de la película original y aguantó hasta las 3 de la madrugada para protagonizar una hilarante sesión de Q&A
y seguir atendiendo a la gente. Sólo
por eso y por el sentido del humor que despachó merece nuestro más sincero aprecio.
Con su noveno año y entre el día 29 de enero y el 2 de febrero este año se centró en películas de calidad infame de cocodrilos, pero no sólo
eso, también revisó clásicos como Mario Bross
o ,
en su jornada del viernes, acogió el estreno español de Best
F(r)iends
, parte uno y dos, con los increíbles Tommy
Wiseau
y Greg Sestero
, populares en el mundo entero por perpetrar The
Room
, la que se considera la peor película del mundo y que se hizo ,
aún más, popular con el peculiar making
of
de la mano de James Franco con The
Disaster
Artist
(actualemente en plataformas de streaming digitales).
Voy a afrontar explicar de qué va The
Room
sin romper la magia de quienes no la hayan visto. En primer lugar decir que si hay una de estas proyecciones con sus múltiples rituales merece la pena verla en sala con público en vivo, en su defecto con un buen puñado de ,
preferiblemente, con algo dwtitánica misión
de ver la hora y media de The
Room
solo no es apta para todos los paladares y muchos pueden sufrir una embolia en caso de intentarlo.
Hay muchos motivos por los que se puede considerar la peor película del mundo. Uno de ellos es el guión, a pesar de que en la mente de Wiseau esto era un drama Shakesperiano
en realidad nos encontramos con un cúmulo de despropósitos son sentido, argumentos imposibles, personajes absurdos y diálogos alucinógenos. Intentar decir de qué va The
Room
sería una traición al sentido común porque aún se desconoce el argumento de verdad. Es una película en la que pasan cosas. Eso es innegable. Pero son cosas absurdas y sin sentido que giran en torno a la pareja formada por Lisa y Johnny (el propio Wiseau que protagoniza, dirige, escribe, produce y todo lo demás) y el tercero en discordia, su gran amigo Mark
. En medio media docena de seres vivos entran y salen del apartamento de la pareja y del guión de la película sin ningún criterio. Esto es parte de la magia de The
Room
.
Supongo que no os ha entrado una necesidad loca de ponerla después de leer esto pero voy a sumar un plus. La película, que estuvo en cartel dos semanas porque lo pagó el propio Wiseau, fue in rotundo fracaso hasta que un critico en un visionado la calificó como lo peor que había visto en si vida. Años después legiones de fans siguen abarrotando las salas cuando hacen pases de público de la misma haciendo que los ocho millones que costó se hayan rentabilizado. Ya seas de los que la conocían de antes o de los que han llegado por casualidad después de la excelente The
Disaster
Artist
seguro que sientes la misma incomoda fascinación que yo por este film.
.
Los diez primero minutos contienen las escenas de sexo explícito más avergonzantes, descorazonadoras y ridículas de la historia del cine. Pero eso es solo el principio de una serie de despropósitos que hacen que se haya establecido una rutina para ver y disfrutar de esta película en la sala. Si te animas estos sin los más populares:
- Repetir frases de la peli
.Si la has visto sabes las que son... si
no las vas a reconocer inmediatamente. Las míticas Oh!
Hi Mark
o You
're tearing
me apart
, Lisa son ya un clásico.
- Gritar cuchara y lanzarlas hacia la pantalla. Antes de tomar asiento recuerda que las primeas filas garantizan una buena dosis de cucharadazos
de plástico en la cabeza. Los cuadros del salón tienen unas fotos de unas cucharas. ¿Por qué? Las malas lenguas dicen que no se molestaron en cambiar los que venían al comprarlos en el chino. Igualmente son grandes momentos (y abundantes)
- Saludar a Danny: Uno de los personajes más peculiares de la película es el indatable
Danny que entra y sale a su antojo de la casa, la gracia está en saludarle con un Hi Danny y un Bye
Danny (y sorprendentemente en la mitad de ocasiones los actores te acompañarán en el despropósito).
- Cantar la banda sonora, incluso en las escenas dignas de Pin Parental.
- Cada vez que aparece la madre de Lisa gritar : Cáncer.
- Lanzar globos al aire cuando los personajes jueguen al rugby sin motivo alguno.
- Cantar el cumpleaños feliz a Johnny.
- Gritar FOCO cada vez que la imagen desenfoque.
- Corear los planos recurso absurdos...
Estos son los más pupilares pero no dudéis de las múltiples versiones, todas ellas son la mar de divertidas.
Como experiencia la asistencia a una sesión de The
Room
debería ser obligatoria para todo cutre cinéfilo que se precie. Una maravilla de plan.
.
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