NO TAN DURO DE PELAR

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“Owen Wilson contra el acoso escolar”. Este es el título alternativo que propongo para esta, la enésima película del año del demasiado prolífico Judd Apatow, en este caso en la producción, mientras Seth Rogen, entre otros muchos, firma el guión de esta comedia gamberra de corte juvenil.

El primer día de instituto tres inadaptados: el gordo, el flacucho y el canijo, se enfrentan con el matón del centro. Conscientes de sus debilidades (todas) y sus puntos fuertes (ninguno) deciden que lo mejor es recurrir a un experto por lo que ponen n anuncio en Internet al que responden toda suerte de gigantes agresivos, pero el único que pueden permitirse es a Drillbit Taylor, un vagabundo exmilitar que oculta algunos pequeños detalles para desplumar a los incautos jovenzuelos convenciéndoles de que la mejor forma de vencer al macarra es enfrentarse a él iniciando una serie de descabellados entrenamientos para seguir cobrando a las pobres criaturas y conseguir suficiente pasa como para irse a Canadá .Pero aquel dicho de “el roce hace el cariño” le obliga a mojarse con ellos más de lo que quería.

Si amigos, a alguien le ha parecido brillante tratar el tema el acoso escolar como tema principal de algo y tomárselo a risa. Y es que con la frivolidad a que se enfrentan todas las comedias americanas de adolescentes es raro o encontrar alguna en la que algún descarriado cerebrito no acabe dentro de su propia taquilla entre otros tópicos humillantes. Tan normal les parece que nadie se cuestiona que quizás el tema no tenga gracia o al menos carezca de interés fuera de sus fronteras, sobre todo cuando en España nos estamos aún recuperando de Cobardes.

Pero no es su argumento la única cosa desdeñable de esta comedia de medio pelo, es que el pobre Owen Wilson no levanta cabeza en la elección de papeles cómicos. En esta película incluso un tipo que solía destilar algo de calidad aunque saliera en pantalla con Jackie Chan (y mira que parece difícil) ha perdido todo el rumbo. Y es que el americano actor es soporifero, aburre con su inexpresiva cara y sobre todo con la poca rotundidad en un papel que debería estar entre el Arnold de poli de guardería y el Diesel de Canguro a la Fuerza aderezado con un poco de The Rock en Papá por Sorpresa quedándose sin embargo en Diario de una Niñera. Algo a simple vista no muy complicado para el veterano actor cómico que nos hizo desternillarnos en Zoolander y ahora está decidido a aburrirnos hasta la muerte.

Predecible y, lo que es peor, con pretensiones de dar una lección de moralidad en realidad es una producción fallida y soporífera.


PROS: NS/NC

CONTRAS: Posiblemente lo peor sea el explotar su procedencia de los “que parieron” Supersalidos fusilando incluso descaradamente el cartel e incluso con actores que podrían haber doblado la infancia de los protagonistas de la misma... y no olvidemos el título.

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