ROCKNROLLA

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Es innegable que resulta muy sencillo enfrentarse a Rocknrolla desde el punto de vista de la “situación actual” de su director. Después de una temporada creativa más que cuestionable y haber caído en el vicio del remake abusivo con protagonismo de la ya exespososa parece que los regresos al cine sucio inglés que tan bien se le daba es celebrado con cohetes triunfales y trompetas festivas, sobre todo ante la inminencia de su Sherlock Holmes que puede ser una delicia para todos sus fans.

Pero Rocknrolla es algo más que una cinta que marca el regreso al buen camino del niño malo del cine británico intentando recuperar su esencia Lock and Stock y Snatch. Con Danny Boyle echado casi totalmente a perder da gusto recuperar otro de los nombres fuertes del panorama británico.

Es incuestionable que mis palabras están teñidas de una influencia mucho mayor y ajena a la templanza gansteril y gamberra y al ritmo trepidante del director y guionista que tienen la forma (y el cuerpo) de Gerard Butler (por no hablar de su trasero). Y es que para que pueda hablar con conocimiento de causa de las cosas que interpreta este actor sea necesario que las visione dos veces, la primera para corroborar su buen estado de salud física y la segunda para disfrute cinéfilo (exceptuando sus tres últimas películas que han sido de lo más soporífero: Chantaje, La Isla de Nim y Posdata Te Quiero). Y es que el escocés con dudoso acento irlandés tiene aquel encanto canalla y capacidad de actuación “bruta” que tenían antaño Russell Crowe, Hugh Jackman o Clive Owen, explotando un estilo de vida malo, acabado y suciote así que viendo su última película cabe pensar que tras esos fiascos intermedios regrese al buen camino y pueda hacernos disfrutar en el cine con otra cosa que no sean sus abdominales (aunque visto lo visto al menos nos alegramos la vista, ¿no?).

Rocknrolla intenta volver a los inicios, no sólo del director, también de la temática gansteril decadente, de los mafiosos y estafadores de poca monta y sobre todo a la propia esencia del crimen con estilo. Esta vez elige de fondo los chanchullos inmobiliarios de la capital londinense donde los capos controlan todos los niveles de la corrupción de los bajos fondos y se puede pasar de estafador a estafado en segundos. Eso sucede a murmullos y Uno Dos cuando acaban debiendo pasta a la persona que les ha quitado su propia licencia. Sólo serán una pieza del rompecabezas que arrastra a matones de rusos, contables pijas y yonkis variados que irán quitándose los unos a los otros partes del pastel.

Para hilar fino usa humor del grueso y del inteligente, el retorno de la estética del videoclip con una de las escenas de sexo mejor conseguidas de los últimos años y aderezado con la mejor esencia de los Rocknrolla de toda la vida. Lo mejor es que Ritchie ya ha amenazado con tener escritas sus dos continuaciones.


PROS: Las bromas homófonas y el polvo defragmentado.

CONTRAS: Que se reconocen los personajes de Ritchie a la legua.

2 comentarios :

  1. Me encanta tu blog! Me pasaré por aqui a menudo. Un saludito :)

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  2. Haces muy bien Patri, que para eso lo tengo limpito siempre... :P

    igualmente yo ya era sidua del tuyo. Un beso grandote y que sueñes con gerard Butler . (Risa lujuriosa)

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