CONFESIONES DE UNA COMPRADORA COMPULSIVA

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Para alguien que ha devorado tal cantidad de Chick Lit (si no sabes lo que es eso mejor ni te acerques a ver la película) no es una novedad descubrir en las salas de cine un hueco para el insustancial placer de la narrativa de diálogos y ataques de histeria de Sue Townsend, Helen Fielding, Marian Keyes, o Candace Bushnell. Después de todo el público potencial es inmenso, exactamente el mismo que devora las novelas con escasas variaciones cómicas de las vida de estas jóvenes mujeres en busca del amor, el trabajo y la amistad perfectas.

Rebecca Bloomwood tiene un problema. Le hablan los escaparates. Si, es algo muy común. Y eso acaba significando siempre que el cobrador de deudas acabará queriendo hablar contigo muy pronto por eso Rebecca persigue su sueño de trabajar para una prestigiosa revista de moda y abandonar su tedioso empleo como periodista de “decoración de exteriores”. Obviamente las oportunidades llegan cuando menos te lo esperas y tras una serie de divertidos equívocos su gran trampolín aparece camuflado como un empleo en una prestigiosa revista de economía.

Isla Fisher tras una infructuosa carrera en Hollywood consigue hacerse con un papel agradecido y poco complicado, y además posiblemente el que le de la oportunidad de seguir consiguiendo más papeles de la misma categoría. No se puede decir que no esté solvente y divertida ya que las exigencias a las que le somete Rebecca no son muchas peor no se debe quitar merito a esta muchachita. En este caso la película la convierte en una neoyorquina (la novela original trascurría en Londres) y por tanto se desvirtúa un poco el espíritu para adecuarlo a la idiosincrasia de estos terribles americanos. El punto positivo es que ayuda a poner un poco de distancia sobre Bridget Jones, sombra que planea sobre la cinta desde el primer instante, y lo malo es que la acerca inevitablemente a Sexo en Nueva York con la que tiene que ver sólo en la pretendida búsqueda de glamour (¡No! ¡Carrie nunca iría de rebajas!)

Pero ahora viene la parte en la que más disfruto, la de “te lo dije”. Y es que de nuevo, el ahora flamante prometido de Claire Danes, Hugh Dancy, salva la papeleta ya que ¿qué sería de una Bridget Jones sin su Darcy?

Además no podemos olvidar el plantel de secundarios (en muchos casos desaprovechados): Kristin Scott Thomas, Joan Cusack, Julie Hagerty, John Goodman y John Lithgow o la preocupante y disparatada producción del antaño taquillero gracias a explosiones varias Jerry Bruckheimer.

Por eso las salas se llenarán de personas que obligadas por la crisis a evitar acercarse a las tiendas puedan ver en la pantalla como un poco de ese pretendido glamour de ciudad americana a lo Disney dejándose seducir por un discurso obvio y unas conclusiones algo decepcionantes.

Dado que las comparaciones son odiosas y analizando al público al que se destina la cinta hay que reconocer que encantará a todas aquellas adolescentes y adultas con tendencia a no reconocer serlo por su inocuidad y sus escasas dotes cómicas amparándose en la figura del galán romántico. Al resto les provocará urticaria.



PROS: Su nunca escondida inocuidad.

CONTRAS: Los gags sobreactuados e innecesarios como el baile del abanico.

2 comentarios :

  1. zzzz, qué palo. desde luego, si la respuesta a las "pelis de acción para machos" son estas cosas, suerte tengo de no tener tetas!

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  2. Por primera vez y sin que sirva de precedente apoyo su condición sexual y su argumentación.

    ¡Qué petardo nene!

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