THE COTTAGE

Esto del humor “negro” inglés me parece una moda que debería imponerse. The Cottage es una gamberrada de dimensiones épicas protagonizada por Andy “Gollum” Serkis.

Dos tipos llegan a una casa perdida en medio del bosque. Empiezan a hablar con su británico acento y sus rituales de té. Pronto descubrimos que son hermanos y parece que han realizado un acto ilegal que se materializa cuando finalmente dentro del maletero del vehículo aparece una jovencita rubia con bastante mala leche y peor vocabulario. Los dos discuten, en una de esas conversaciones que de puro ridículo provocan carcajadas. Desde que Tracey se despierta todo va mal, divertidísimamente mal. Se meten en un círculo de situaciones inverosímiles con ataques de histeria por parte de los torpes secuestradores (incluido el hermano de la chica). Hasta que, cuando parece que se puede aflojar el fuelle de la risa, un psicópata deforme entra en acción con unas dosis importantes de gore, vísceras y descuartizamientos.

The Cottage es una patochada irrisoria y si se puede poner distancia de por medio y presenciar cada escena de ese modo es una cinta muy fácilmente disfrutable.

Bien es cierto que resulta un poco chocante que la película se convierta casi en un díptico con una primera parte muy al uso y una segunda parte radicalmente diferente. Pero es parte de la gracia. Hay que entrar en el juego. Y eso requiere hacer un ejercicio de simplificación y asumir que cualquier barrabasada que aparezca en pantalla desde verbal a física.

Pongamos por ejemplo que a los Monty Phyton se les cruzara un cable y decidieran hacer una peli de terror, The Cottage podría ser más o menos el resultado.


PROS: Su pretensión de serie B.

CONTRAS: Su trastorno de doble personalidad.