NUNCA ES TARDE PARA ENAMORARSE

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Llegados a un punto de sus carreras parece que la idea de desaparecer del plano de la comedia romántica acaba doliendo a casi todos los actores consagrados. Dustin Hoffman que nunca ha sido precisamente un galán es sin embargo ahora cuando empieza a enganchar este tipo de papeles poco lustrosos mientras Emma Thompson que ya protagonizó gracias a su ex algunas de las escenas más británicamente graciosas del mundo del solterón en Mucho Ruido y Pocas Nueces, se siente algo más cómoda en estos lares.

Nunca es tarde para enamorarse es una historia de últimas oportunidades. Dos avinagrados adultos con su personal drama humano: ella soltera que cuida de su madre que está obsesionada con su vecino polaco y la llama cada dos minutos y él adicto al trabajo donde le dan de lado para centrarse en nuevas y mejores posibilidades técnicas se encuentran en Londres cuando Harvey asiste a la boda de su hija. Cuando esta le relega de su papel de padrino de la novia y desde el trabajo le despiden se queda en Londres en una especie de limbo del que sale sólo gracias a la compañía de una azafata de encuestas del aeropuerto que accede a hacerle compañía buscando un poco de consuelo en el pequeño americano.

Así la historia, o más bien la relación, trascurre durante un día completo donde aprenderán a conocerse, en una suerte de adulto Antes del amanecer (y obviamente también bastante más adulto que Antes del Atardecer) pero con menos encanto. Con ese halo de gran producción unido a ese manido concepto de star system que coloca a dos actores que son muy buenos pero que no acaban de encajar Nunca es tarde para enamorarse simplemente se desarrolla como en un paseo turístico por Londres. Falla en la parte de comedia y flojea en la parte romántica quedándose en una especie de limbo cinematográfico.

Notable acercamiento por otra parte a ese target de la sociedad que parece menos atractivo delante de la cámara y regala alguna reflexión sincera y amena a pesar de envolverla con los típicos y fortuitos enredos made in Hollywood que consiguen distanciar la narración justo cuando empezaba a llegar de verdad al espectador.

Pese a sus pequeños fallos de enfoque se queda en un acercamiento interesante a la madurez con una fotografía bastante notable y paisajística de la capital británica y una banda sonora impecable.


PROS: Se deja ver sin mucha complicación

CONTRAS: Tarda en arrancar y luego consigue estabilizarse moderadamente. En general es bastante irregular.

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