Director: Wes Anderson
Intérpretes: Jared Gilman, Kara Hayward, Bruce Willis, Edward Norton, Bill Murray, Frances McDormand, Tilda Swinton, Harvey Keitel, Jason Schwartzman
Proyección: Princesa
Afluencia: 21 personas
Valoración: 7
La primera película que veo tras la subida del IVA es una zambullida arriesgada a la Nueva Inglaterra de los años sesenta, con una puesta en escena prodigiosa, muy característica de este director, con un universo propio que se reconoce también en sus movimientos de cámara asombrosos (esos picados y esas vistas de abajo a arriba) y en sus personajes bastante excéntricos. Lo peligroso es hacer cine de época y quedarse acartonado o entrar en una historia poco novedosa (dos preadolescentes aislados de su entorno se enamoran y el rechazo que siente ante este romance y que sirve como acicate para enfrentar a los mayores con sus contradicciones).
Lo llamativo es que el chico está en un campamento scout y en su fuga se rige por sus códigos. Ella es una chica que vive cerca, llamativa con sus zapatos de domingo y el tocadisco robado a su hermano en la fuga. A los problemas inherentes Anderson lo resuelve con soltura creando una atmósfera irreal. Pero se deja llevar por el "amiguismo", es decir, que tiene en nómina a actores que solventan con profesionalidad sus papeles, sobre todo Frances McDormand, que para eso se codea con los Coen, pero sus personajes se notan metidos con calzador y distraen de lo esencial.
El humor surrealista es algo irregular y a veces no saca partido de las situaciones provocadas. Pero no dejo de ver una propuesta insólita que tiene unos grandes títulos de crédito que sirven para explicar lo que es una sinfonía, que se extiende a lo que se ve en pantalla de manera que vemos a personajes fuera de órbita que logran un producto poco convencional en cuanto al envoltorio pues Romeo y Julieta sólo hay una. Los chicos, estupendos, y Kara Hayward es una actriz prodigio a seguir.
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