Pequeñas Mentiras Para Estar Juntos



Título Original: Nous Finirons Ensemble
Año: 2019
Duración: 135 min.
País:  Francia
Dirección: Guillaume Canet

Guión: Guillaume Canet, Rodolphe Lauga
Música: Sylvain Goldberg
Reparto: François Cluzet (Max), Marion Cotillard (Marie), Benoit Magimel (Vincent), Gilles Lellouche (Eric), Pascale Arbillot (Isabelle), Laurent Lafitte (Antoine).
Género: Comedia Dramática

 A Contracorriente presentó un pase para "Pequeñas Mentiras para Estar Juntos" el pasado 3 de Octubre en una interesante comedia dramática que supone el regreso tras siete años de los acontecimientos de "Siete Mentiras sin Importancia" y vuelve a contar con los mismos actores que ocho años atrás, complementando en un contraste más adulto amistoso de su anterior película. Recordando a un grupo de amigos que se reunía para seguir adelante las vacaciones, pese al incidente que tuvieron con un ingreso hospitalario producido por algún exceso de juventud. Desde ese suceso desencadenaría una serie o cadena de mentiras, de esas mayoritariamente forzadas para quedar bien unos con otros, combinando situaciones que aportan amplitud de valores en las reuniones de amigos en una franja de edad, que habitualmente son menos frecuentes encontrarse tan unidos. 


Hoy en día el exceso de trabajo, las vacaciones si tienes chavales o la costumbre de volcarse en la pareja sin padres ni amigos, la distancia entre las personas, el hermetismo, la cultura del single, el pagar una independencia de hogar, la crisis salarial... son demasiados factores que hace pensar que te encuentras hoy en día años luz con esas dificultades para entrar en esa especie de combo amistoso para jugar al scattergories o consumir cubos de cerveza a cascoporro en una cabaña, posiblemente quedando mejor ajustada en la veintena. Te hace pensar un poco que son ambas películas un poco syfy a no simular una clase media actual, pareciendo más una quedada hacia una jugada de Sims cuarentones. Esto lo deduzco con esa compararaciones junto los acontecimientos propios de mi vida y por lo que veo en compañeros de trabajo y entornos que me rodean entre lo familiar.

 Es un problema frecuente que no te puedes permitir ese estilo de ocio ofrecidos en estos acontecimientos, ya bastante difícil disponer una casa en la playa si no lo tienes de pasadas generaciones. Ahora también resulta difícil identificarse en una relación amistosa de encontrarse con hacer un plan con tanta gente modo moraga planeando vacaciones. Resulta el conjunto de la psicología de personajes en un todo como un verano fatal hacia la crisis a los cuarenta. Al menos más fructífera estas circunstancias más maduras, pues posiblemente si fuesen más representadas en la juventud o en la niñez donde no estamos pendientes de tantas otras cosas que no sea actividad de acción todo el rato sin estar contaminados con los temores adultos, ni enfermedades,  responsabilidades, ni conductas desequilibrantes en la vida, miedo a la soledad y las relaciones de pareja. Esto no quita que ambas películas acierten en reunir una serie de valores que ayudarían afrontar este tipo de relaciones sociales más adultas, repleta de convicciones y situaciones con sentimiento de culpa, desencadenando reproches unos a otros de las mentiras para salir del paso


  En esta nueva película cambiamos el accidente a que Max está arruinado y bastante deprimido con la crisis de la edad y el trabajo, decide regresar a la casa de veraneo para venderla. Ya ese planteamiento echaría a cualquier amistad fuera de su entorno pero en la película no. Sus amigos deciden darle una sorpresa.  Así que sin llamar ni preguntar que tal está después de tantos años, planifican un acto bastante violento de presentarse allí junto a él para recordarle esa nostalgia los momentos de la anterior película y sus ratos de juventud. Igualmente que la primera entrega la cinta muestra su reminiscencias a Reencuentro de Lawrence Kasdan o una película rodada entre amigos a lo Cassavettes desarrollado en la época actual, siguen definiendo claramente sus influencias.Si ya es bastante delicadita la situación para rematarlo deciden presentarse el día de su cumpleaños, así es más grande el impacto de la sorpresa. Tanto tiempo con destinos separados seguramente se ingenian mejor el estado de ánimo.

Así que nos encontramos con Eric, Marie, Vincent, Isabelle y Antoine en un desarrollo coral de situaciones. Con un guión primoroso que proporciona un carisma cada personaje muy equilibrado en su rol, Max destaca por ser bastante testarudo y de poca empatía social posiblemente afectado por ese desequilibrio económico social. Algunas bastantes forzadas a último tercio de la película intentando salir de la monotonía interprentativa para aportar unas dosis de acción como puede resultar intento de suicido protagonista. Todo el conjunto de elenco recae en una enorme labor interpretativo y cuidados diálogos, además muy natulares desenvolviendo una bonita sinceridad drámatica en el reparto. La realización ofrece en todo momento buena ambientación entre ciclos días y noches sobre todo interior, los exteriores a veces nos encontraremos con giros de cámaras levemente mareantes. Las situaciones bastante previsibles en los acontecimientos y sin giros argumentales que destaquen ofreciendo tensión final a la hora de vender el hogar vacacional. Después de siete años de los acontecimientos de la primera, podría ser que el argumento esté un poco cogido con calzador para ajustar las incursiones sensibles y condensar la fortaleza de una amistad entre el grupo, basculando entre un humor y drama íntimo y pausado en todo el metraje, sin altibajos en ese sector interpretativo, incluso cuando las situaciones van desembocando intermitentemente hacia tintes enteramente dramáticos.

El tercer largometraje como director del conocido actor francés Guillaume Canet reúne a un impresionante reparto encabezado por la ganadora del Oscar, Marion Cotillard, y completado por François Cluzet y Benoît Magimel, se estrenará comercialmente el próximo 8 de Noviembre, pero se podrá ver en primicia durante la fiesta del cine que se celebrará desde el 28 hasta el 30, con una acción promocional que implica un empuje para que la gente acuda a las salas, así servirá para recomendar la película para su fecha fijada de estreno. Estas acciones promocionales están muy diversificadas en Francia para que el cine europeo tenga una accesibilidad publicitaria para hacer frente hacia los frecuentes lanzamientos más potentes de la época que puedan eclipsar otros estrenos.  según comenta Eduardo Escudero, director de Negocio en A Contracorriente Films.

 La nueva película del realizador francés Guillaume Canet consiguó grandes números en la taquilla francesa, con casi tres millones de espectadores, aunque eso supone un bajón de casi la mitad de la primera entrega. Aún así, comentan que es la segunda película francesa más exitosa del año en Francia.

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