Perfect Days

 Presentada en la Sección Oficial del Festival de Cannes, donde ganó el premio a la Mejor Interpretación Masculina para Kôji Yakusho y el Premio Ecuménico del Jurado. Perfect Days ha participado en los festivales de Telluride, Toronto, San Sebastián, Nueva York, Lumière de Lyon, además de inaugurar el Festival de Tokio.

  Perfect Days de Wim Wenders, una de las grandes figuras del cine contemporáneo, es la película seleccionada por Japón con producción conjunta alemana para representar a su país en la categoría de Mejor Película Internacional en la 96ª edición de los Oscar. Es la primera vez que Japón selecciona a un director no japonés en más de 70 años de participación en los premios de la Academia.

  Perfect Days es una película que contiene ecos del maestro Ozu, a quien el director le había rendido su particular homenaje en "Tokio-Ga" y tal y como el propio Wenders reconoce "rodar una película en Tokio sin pensar en Ozu es imposible", reconoce al director japonés un sagrado tesoro del cine no solo de su propio país, sino al mismo tiempo universal dentro de las vivencias personales.

 "Si en nuestro siglo hubiera alguna cosa sagrada, si existiese algo como el sagrado tesoro del cine, para mí sería la obra del director japonés Yasujirô Ozu (...). Por mucho que sea típicamente japonés, este cine es, al mismo tiempo, universal. Yo he reconocido a todas las familias del mundo entero, y también a mis padres, a mi hermano y a mí mismo. Para mí, el cine nunca había estado, ni antes ni después, tan cerca de su esencia y de su objetivo: ofrecer una imagen del hombre de nuestro siglo... una imagen útil, verdadera y válida con la que identificarse, pero, sobre todo, desde la cual se puede aprender algo de uno mismo".

 Perfect Days está coescrita por el propio Wenders junto a Takuma Takasaki. La película está protagonizada por Kôji Yakusho junto a Tokio Emoto ("Tokio Blues”), Arisa Nakano y Aoi Yamada, entre otros. La cinta cuenta con una increíble y cuidada selección musical de artistas clásicos de los años sesenta y setenta del siglo pasado como The Kinks, Nina Simone, Van Morrison, Otis Redding, Patti Smith sus sintonías quien queda rendida la novia de su compañero de trabajo. Lou Reed, introduce la canción que inspira el título a la película. Cada viaje de camino a trabajo su secuencia acompaña al film con una maravillosa sintonía, que escucharla a través de formato digital de gran calidad no conecta esa autenticidad de ser reproducida visualmente en casete retro. La única rareza que encontramos, pues quizás un buen filtro sonoro y elegante, que restara esa calidad sonora, hubiera resultado más acertado para aportar mayor autenticidad en acompañar los viajes de coche.

 Hirayama parece totalemente satisfecho con su vida cotidiana, sencilla de limpiador de lavabos públicos en Tokio. La música y los libros le animan a levantarse cada dia para realizar sus tareas con precisa profesionalidad, resultando emocionante lo eficiente que puede quedar dos horas de lavar retretes con todos los inconvenientes y alteraciones que produce el proceso. Que te pisen lo fregao, quien tiene prisa por orinar mientras está trabajando, quien deja restos para volver limpiar... es un día a día muy laborioso que conciencia a quienes nos dedicamos a la misma actividad desde las tareas de hogar, o de quienes nunca las realiza a respetar e intentar ayudar en todo lo posible en no dejar restos de papeles, acertar en orinar o dejarlo limpio si es posible para el próximo usuario del wc. 

 Siempre cuando se levanta Hirayama se asea y desayuna un café de máquina y recorre su circuito con ayuda de un empleado que nos contrasta la opinión de la profesión en cada uno. Una opinión que abarca en que Hirayama poco habla y mucho trabaja para un trabajo no tan respetado, ni en salario, ni en la utilidad del mismo. Hasta cuando encontramos sus carencias en los lugares de trabajo o públicos. Esos momentos que descubres que no encuentras limpio el wc, no reponen ni jabón, ni papel, dentífrico, y lo tienes que llevar siempre mismo desde casa.

 

 En sus ratos de almuerzo sentado con un sándwich en el parque le encanta sacar fotos a los árboles con su cámara Olympus. Además, nos muestra como ha quedado la foto esta vez sí, aplicando un filtro de imagen correspondiente, igual que alguno de sus sueños difuminados en blanco y negro. Los personajes giran en torno a su vida, aparecen y desaparecen, algunos revelan datos de su pasado. Algunos de ellos son encuentros familiares que le irán animando a seguir adelante siendo feliz con su labor diaria y con la esperanza de coincidir junto a las mismas personas que le llenan la vida. Desde clientela del bar, su sobrina, la gente quien frecuenta regularmente en el parque, paseos nocturnos o su visita a los baños de spa para relajarse... toda la película es Hirayama, su profesión y encuentros que juguetean desde visitas en bicicleta, juegos de capturar sombras, puzles de tres en raya que dejan en los baños para resolver cada día... el entretenimiento, la motivación musical, lírica y narrativa es lo que le estimula para seguir adelante con su vida. Sin reconocimiento, sin mucho para permitirse caprichos ni viajes, bastante le llega para su aseo, comida, bar y techo, es un reflejo de muchos momentos de nuestro día a día cotidiano.

 

 En conclusión, Perfect Days es una película que refleja la gente común, sencilla y humilde con trabajos cotidianos. Un merecido reconocimiento a Köji pues simplemente la expresión final de su rostro sin diálogos, concluye con un completo espectro contraste de sentimiento efectivo que abarca toda la película, maravillosa con mayúsculas y muy cercana. Aún siendo intencionada la excesiva prostitución de lo cotidiano, también es reflexiva entre el valor sentimental de la gente corriente y su especulación, desde el valor de los sentimientos personales hasta de la cultura que adquirimos. 

 La película en totalidad es la vida de Kôji, un actor perfecto para narrar las dificultades dentro de los suburbios de Japón. Ningún lugar es bonito en casi dos horas de limpiar wc, un punto de vista nada turístico. Su interpretación es todo un ejemplo de sensaciones, todas las ilusiones rotas, miserias, felicidad en lo que tiene te lo refleja en su rostro al final, en diez segundos te ofrece su mensaje sin decir nada. Saber realizar las tareas con profesionalidad de las mejor manera posible más aún las obligaciones o deberes, dentro de las limitación y esfuerzo de cada persona para realizar cada actividad. Muchas profesiones para obtener conciencia que no son nada respetados ni en tiempo efectivo, proceso o económicamente, con escasa recompensa pero reconfortante superación de hacer labores diarias. Tampoco llegas a conocer la utilidad de los mismos hasta que te encuentras la adversidad de su carencia. Toda mi admiración a una película repleta de humildad y mi respeto a las actividades debidamente realizadas estando o no remuneradas, siendo agradablemente amable para el cliente o receptor de esa acción resultante. 

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