Parece que Hollywood se está quedando corto de inspiración. Hace unos años se dedicaron como locos a comprar todas las cintas de terror asiático que se filmaban en el país nipón para coronar a sus propias diosas del grito americanas en los remakes. Finalmente llegaron a la conclusión de que un espectador medio pierde la cuenta de si está viendo Dark Water, El Circulo o la décimo sexta parte de El Grito por su variedad de temas.
Cuando compraron Abre Los Ojos y perpetraron Vanilla Sky a pesar del éxito escaso (culpa de Cruise y Pe en gran medida) algo cambió. En ese momento empezaron a fichar a nuestros muchachos para llevarlos a la meca del cine a hacer sus cintas allí. Así cumplían sus planes de hacer un cine diferente, no copiar y además daban un montón de pasta a estos chavales con ganas de comerse el mundo. Se ha acabado esta tendencia. Debe ser que les salía muy caro. Ahora vuelven al plagio (a ellos les gusta llamarlo remake) y eligen cine fantástico made In Spain. Lo gracioso del tema es que son cintas que en España no sólo no se han estrenado si no que en algunos casos luchan para que una distribuidora ponga el dinero suficiente para que puedan llegar a los cines como en el caso de Los Cronocrímenes de Nacho Villalongo. Los otros ejemplos que han copado las noticias cinematográficas durante las últimas semanas han sido El Orfanato o REC que han arrasado en cada festival donde se han presentado pero que serán modestamente distribuidas (o al menos están en proceso de conseguirlo).
Dentro de nada podremos ver cualquier película americana que copia a la española simultáneamente en las salas. Y lo gracioso será que como borregos consumiremos el producto copiado ante el original sólo por la cabezonería de que el cine español no es bueno. De insensatos está el mundo lleno...
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