Creo que a Zemeckis se le ha pirado la pinza. Tras Polar Express le cogió tanto el gusto a eso de la animación que decidió poner su empeño en conseguir crear un mundo totalmente digital lo más real posible. Tres años sin dirigir y produciendo casi íntegramente animación. El problema viene en que dado que los actores existen no deja de ser un sinsentido crearlos en píxeles. Es decir, si tenemos la insensata idea de crear algo que no existe está muy bien emplear técnicas de animación para lograrlo pero reconstruir a Jolie cuando tienes a la autentica al lado vestida con una maya y bolitas pegadas es un absurdo. Gastas dinero, gastas tiempo y consigues una versión falsa de una actriz verdadera.
No voy a quitar merito. La tecnología ha avanzado mucho en estos años. Algunos personajes son muy reales pero no dejan de tener ese halo desenfocado hiperrealista que tanto molesta de las creaciones por ordenador. Dentro de nada podremos disfrutar de películas hechas enteramente por un ordenador y puede que no necesitemos ni generarlas previamente con actores… ¡Quien sabe! Puede que volvamos a tener a Connery haciendo de Bond o ver películas protagonizadas por James Dean… Ahí no habrá límites y seguro que si habrá alguna que otra bronca por los derechos de imagen. De todas formas quizás Beowulf no estaba preparada para ser lanzada aún. Con películas con estética tan potente como 300 o Sin City a cualquier espectador no se le puede escapar la pregunta: ¿No habría podido hacerse de otra manera mejor?
A parte de los aspectos técnicos que pueden ser, sin duda, tanto loables como discutibles, debo decir que nos encontramos con una película entretenida, correcta y bien planteada. Su materia prima (un poema épico anglosajón del siglo VI equiparable a nuestro Cid pero con tintes de aventura fantástica más cerca de Tolkien que en realidad es sólo la base de la aventura ya que su fidelidad a los 3182 versos que lo componen es bastante escasa) no es mala. Beowulf es un guerrero curtido en la lucha contra monstruos y demonios que llega a un apacible pueblecito azotado por la maldición de Grendel, un demonio que tiene la poco sana costumbre de invadir la sala donde celebran sus fiestas los aldeanos y z zamparse ocasionalmente unos pocos. Tras acabar con él recibe el encargo de matar a su madre 8más que nada porque una madre cabreada es peor que un demonio menor) pero cuando llega ante la bestia no parece ser lo que esperaba encontrar y el héroe deberá decidir sobre sus principios y hacer crecer su fortuna, su leyenda o ambas cosas. Obviamente las acciones y situaciones que se generan son realmente tópicas y no hay muchas sorpresas ni sobre el desenlace final ni sobre los actos del guerrero porque como ya he mencionado antes a Zemeckis lo que en realidad le pone son los píxeles y eso se nota un poco.
Por cierto, con tanta orgía computerizada nos hemos olvidado de decir que Beowulf ya fue llevada al cine. Concretamente en un despropósito con el mismo título y protagonizada por Christopher Lambert. Después fue Gerard Butler (Leonidas vuelve al ataque) el que acabó con el monstruo en Beowulf & Grendel y claro, un próximo estreno televisivo llamado Grendel.
En resumen Boewulf se deja ver pero decepciona un poco.
PROS: Que se ve que la cosa va avanzando en cine digital (a pesar de cosas como las últimas tortugas ninja y posiblemente los próximos y ponosos Cazafantasmas).
CONTRAS:El dolor de ojos que sigue provocando el hiperrealismo desenfocado de las creaciones por ordenador.
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