LA GENERACIÓN GOONIES

DIARIO ADN

04 de Julio de 2008 | Pedro Calleja

Generacion Goonies

Un ejemplo musical relacionado con La Movida: no es lo mismo contar que tuvimos la suerte de ver actuar en directo a Los Zombies de Bernardo Bonezzi en El Escalón que presumir de tener toda la discografía en vinilo de Nacha Pop. Estar enterado nunca ha sido lo mismo que ser un hortera.

Con el cine pasa un poco igual. Yo lo llamo Síndrome de Los Goonies. Conozco a montones de personas que adoran esa película guionizada por el blandengue de Chris Columbus (según una idea del peor Spielberg) y, aunque parezca mentira, aseguran que supera en diversión generacional a la estupendísima y aterradora Los Gremlins. A ver: una cosa es sentir nostalgia por nuestros años mozos, los últimos cines de barrio y los chistes de pedos, y otra muy distinta, no saber diferenciar a Alaska y los Pegamoides de Olé Olé.

Más ejemplos. De Brian De Palma se suele recordar El precio del poder y Los Intocables de Elliot Ness, cuando lo mejor que hizo en esa década no tan prodigiosa fue Vestida para matar y Body Double. En el ámbito terroríficofantasmagórico todo el mundo flipa ahora recordando Poltergeist y Los Cazafantasmas, cuando las que ponían los pelos como escarpias eran Posesión infernal yMal gusto.

¿Quién fue el verdadero genio cinematográfico de los ochenta? No fueron ni el Ridley Scott de Blade Runner ni el David Lynch de Terciopelo azul, sino el John Hughes de El club de los cinco y Todo en un día.

----------------------------------------------------


A mí se me escapa, y mucho, la capacidad de abstracción de una persona que se pone a escribir delante de un ordenador frases como estas.

Pero hombre de Dios, reflexiones usted. Que los niños y adolescentes de la época hicimos que esas películas fueran míticas porque eran el contacto con el cine, el primer contacto. Que nadie con quince años ve Truffaut y que los treinteañeros tenemos nuestra cosa nostálgica y defenderemos a los Goonies a capa y espada, posiblemente con mejores argumentos que los esgrimidos por su pluma para afirmar que a DePalma le descubrieron más tarde, junto con Lynch y por supuesto Blade Runner, que fue valorada, no sólo por público si no también por crítica, con bastante posterioridad.

Encontrará que sus Gonnie-maniacos tiene ediciones especiales de, posiblemente todas las películas citadas tanto en el grupo de sus buenas, como el de "las nuestras". Pero a pesar del snobismo que tanto luce desde un diario escrito nadie les quitará el descubrimiento en el cine de verano de la rodilla de la niña de sus sueños o el beso que robaron mientras terminaba Todo en un Día mientras desde la pantalla un adolescente con grandes gafas y colores estridentes en su camisa decía que abandonasen la sala. Vamos, que me mezcla usted las chichas con los langostinos y no me queda claro si es por su edad o por un ataque prevacacional transitorio de perdida de juicio.

Que aunque no lo crea a mí con catorce años el señor Godard me importaba un rábano y ha citado las películas que me hicieron feliz en la infancia y siempre consiguen arrancarme una sonrisa.

¿Y tú qué opinas?

1 comentario :

  1. no entiendo a dónde quiere llegar este...este....coso raro que se cree listo. Quién coño habla de la calidad de las película que menciona? Coño, creo que nadie a día de hoy duda de que Los Goonies o Los Cazafatasmas o Los Gremlins o Posesión Infernal o Cortocircuito (sí, las meto todas en el mismo saco) no son precisamente películas "buenas" (léase por buenas guión de oscar, actuaciones mágicas, planos imposibles, etc etc etc). Pero joder, son películas míticas, que recordamos con cariño porque era lo que nos enchufábamos de pequeños. Y habrá quien disfrute más con unas que con otras, pero joder, no veo por qué hay que criticar a unos y no a los otros.
    Se me ocurre que este tío debió de tener algún trauma infantil con cierto gigantón deforme apasionado del chocolate...

    (mañana te contestaré a Superhero Movie que ahora tengo sueño y este tío me ha calentado ya bastante! :P)

    ResponderEliminar

Copyright © El lado oscuro del celuloide. Designed by OddThemes