TEXAS

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Texas a pesar de su exótico nombre no está en América, en realidad se encuentra en Italia y es una localidad de Piemonte que ha visto crecer a un grupo de jóvenes con diferentes inquietudes.

El comienzo de la historia no puede ser más prometedor, una reunión social acaba siendo un absoluto desastre, es entonces cuando nos involucramos conscientemente en un flashback que explicará cómo todos los personajes han llegado a este punto con el regreso de uno de ellos de la gran ciudad. Riccardo Scarmarcio y Valeria Golino son los principales defensores de la historia que se desarrolla en la pantalla y tanto ellos como actores como sus personajes son los únicos que parecen haber encontrado un cierto sentido a la vida triste y mediocre a la que se han visto avocados, él hijo de un grosero padre de familia con pretensiones de grandeza y ella casada para contentar a su marido, pero sobre todo a los padres de este.

Mientras las relaciones más o menos afectuosas se mezclan con las económicas y con la crisis que parece rodear a todo el pueblo todo se descontrola alcanzando una velocidad parecida a la autopista que circula a poca distancia de la localidad siempre transitada, nunca se detiene… por eso cada personaje va a tomar una decisión en un momento u otro y deberá seguir fiel a ella, aunque eso signifique romper una de las grandes constantes que marcaron su vida hasta ese momento: la amistad que les une.

En realidad merece la pena pararse a reflexionar sobre la estructura del film que transcurre en sólo tres tarde-noches diferentes: un sábado de noviembre, diciembre y febrero, así, en abstracto, con sus lagunas y sus huecos. Y el film se enfrenta al aburrimiento de la vida de provincias intentando reflejarlo de esa forma, con esas elipsis que demuestran que efectivamente nada pasa hasta que pasa y el astío y aburrimiento de sus habitantes se convierte por esas noches en algo grande.

A pesar de no tener un planteamiento claramente original o diferente Texas desprende un cierto encanto porque no trata de la amistad si no de la destrucción de ella. Todas las vidas de los protagonistas están dañadas desde el principio y se han ido colocando parches y vendajes para mantenerlas en su sitio y conseguir seguir adelante hasta que algo en el interior de cada uno les obliga a dar la cara, a unos les activará el amor, a otros el dinero, otros simplemente la inadaptación pero sobre todo lo que aparece en todos ellos es un sentimiento de tristeza que los homogeiniza y los convierte en únicos y especiales, en personas con grandes heridas que siguen abiertas por el poco cuidado que han puesto en ellas.

El avance todo el grupo de amigos es soberbio, no porque evolucionen o maduren, si no porque son impredecibles en sus reacciones, son reales, y a pesar de que algo en cada uno de ellos les indica que sus decisiones no serán las acertadas siguen adelante con ellas, por eso Texas es especial, porque a pesar de estar ahí, oculta y cerca de una gran autopista detenida en el tiempo sus habitantes la van cambiando.


PROS: La siempre gratificante presencia de Riccardo Scarmarcio y Valeria Golino

CONTRAS: El cambio de registro drástico que va desde el inicio cómico con un montaje raudo a una narración de todo punto mediocre.

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