OVER HER DEAD BODY

Pongamos que vas a contraer matrimonio con la mujer más tiquismiquis, perfeccionista y pesada del planeta. Y que en su perfecta boda algo va muy mal, por eso ella toma la decisión de impedir que la cosa se tuerza aún más con trágicas consecuencias. Además está tan mosqueada con la situación que se niega a abandonar el limbo y un año después sigue pululando por la tierra para vigilar a su “casi maridito”. Por eso cuando conoce a una médium guapetona de la que empieza a enamorarse decide tomar cartas en el asunto y hacerle la vida imposible.

Echemos la vista atrás. Patrick Swayze torturando a Whoopy Goldberg mientras quiere dormir cantando Enrique Octavo y contando botellas de ron para que lance un mensaje a su amada y esta pueda seguir adelante con su vida. Ahora invirtamos las tornas y visualicemos a la tan de moda Eva Longoria haciendo lo imposible para arruinar la vida sentimental de Paul Rudd. Ya de base no suena muy original, ¿no? Así que el espectador se encontrará un número considerado de chistes y torturas del más allá copiados de todas las cintas que tienen un fantasma torturador, incluyendo las de Disney (El Pirata BarbaNegra) y las de Bill Crosby (Mi Papá es un Fantasma) pero en clave de comedia romántica.

Poco novedosa, y en ocasiones demasiado melosa es un producto que sólo disfrutarán los fans de la actriz y aquellos acostumbrados a ver una y otra vez la misma película. El resto nos sumimos en un profundo hastío de diálogos poco originales y situaciones mil veces repetidas.


PROS: La presencia de Eva Longoria y el amigo “gay” Jason Biggs.

CONTRAS: No tiene ni una línea original.