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Comedia con toques gamberros donde sus dos protagonistas femeninas que cargan con el peso de la relación entre la madre de alquiler y la madre adoptiva. Cuando la rubia y pizpireta gestante rompe con su novio se muda al apartamento de la madre coraje y tendrá que lidiar con las paranoias de las madres primerizas y con algún que otro contratiempo que se ve venir de lejos.
El juego de incompatibilidades de caracteres que usa la cinta deja de funcionar a los pocos minutos alargando escenas y situaciones pseudorománticas con un soso Greg Kinnear que, sin duda, parece perdido en un mar de hormonas como otros dos grandiosos secundarios como Sigourney Weaver, algo desagradable poco graciosa y un místico Steve Martin tan en su línea como cabe esperar.
Insultantemente predecible y de humor zafio a más no poder es una película fácilmente olvidable.
PROS: Un arranque algo más prometedor que lo que le sigue.
CONTRAS: Personajes planos como tablas de planchar y la tendencia al contrapunto romántico de Kinnear a aparecer y desaparecer continuamente.
Oh ah Tina Fey
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