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¿Qué mejor modo de celebrar San Valentín que con las desgracias amorosas y sexuales de un pobre soltero fracasado?
Chris Waitt es un inglés que ha tenido algunos papeles en películas importantes (Arma Fatal) y se dedica a rodar sus propias cintas. Su abultada vida sentimental se reduce en una lista interminable de ennovias de diversa duración que le acabaron plantando de todos los modos posibles. Por eso tras su último fracaso se plantea qué es lo que está haciendo mal. Y cámara en mano sale a buscar la respuesta de los labios de sus chicas. Algunas lo reciben bastante mejor que otras y con cada nueva revelación se plantea posibles soluciones. Así poco a poco el desdichado Chris se va desnudando psicológicamente e incluso físicamente en este pseudodocumental que sigue la estela del movimiento “do it yourself” a lo Michael Moore o Morgan Spurlock pero con un sentido de la autocrítica de la que carecen estos dos “denunciantes políticos”.
La visión de las relaciones sentimentales de Chris tiene una gracia innata basada en la desfachatez y la poca vergüenza del actor que pone todos los medios a su alcance para conseguir una chica. Recupera amores de la infancia, usa Internet, visita un médico para sus problemas de impotencia e incluso visita una dominatrix en su búsqueda de nuevas experiencias, pero sin duda el momento más hilarante es cuando en un ataque de ansiedad se atiborra de Viagra y alcohol y sale ofreciendo su amor por las calles.
Waitt se ha convertido oficialmente y en todos los términos en mi ídolo sentimental de por vida. Se pone delante de una cámara y es capaz de reconocer sus momentos más vergonzantes e incluso sale indemne generando una corriente de simpatía automática. Y es que buscando meditadamente en la agenda de teléfonos todos tenemos un Waitt en nuestra vida, o somos un Waitt, por eso nos cae simpático a pesar de las patochadas crueles, por eso perdonamos las caras de pan que regala a la cámara o dejamos de preocuparnos de si está actuando o si conserva siempre esa cara de acelga a pesar de los palos que recibe por doquier durante la hora y media de metraje.
Sin duda es la película que todo solterón debe ver en estas fechas.
PROS: Es tan ligera que pasa en un suspiro. Además promete dar que hablar porque en su versión castellana Ángel Martín será la voz de la conciencia del cineasta inglés.
CONTRAS: Lo forzado de algunas situaciones como la visita a la psicóloga o la novia “anónima”. Casi hacen cuidar de la verosimilitud del experimento.
Buah, yo que leo el título del post y entro presto y ávido de chismorreos para enterarme de las cositas de Ana y resulta que es una película...
ResponderEliminarSaludos...
¿Quieres más detalles escabrosos? Mira uqe te mola...
ResponderEliminarYo hago lo mismo que este hombre con el mismo resultado: salgo a ofrecer mi amor a la calle y nadie me hace caso, ¿te lo puedes creer?