THE CODE

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¿Es una peli de ladrones? ¿Es una comedia? ¿Es una tomadura de pelo? Y no hablo sólo del film si no también del personaje de Banderas que es posiblemente el mayor chiste malo visto en una pantalla de cine el último año.

Dos ladrones, uno conocido por su destreza en el robo de arte y otro recién llegado, algo chapucero y arriesgado. El primero le propone el robo del siglo pero algo huele a chamusquina. Desde el primer fotograma cualquier avispado espectador sospechará donde está la trampa de esta inverosímil patochada perpetrada por Mimi Leder, a quien debemos cosas como El Pacificador, Deep Impact o la insulsa Cadena de Favores. La diferencia entre estas y The Code es que esta última parece realizada en periodo de rebajas con un Morgan Freeman de capa caída que no sabe elegir sus papeles y un Banderas que parece creer que tiene aún veinte años y hace un flaco favor a la imagen del español/hispano permitiendo según qué cosas y por esto entiendo: los “oles”, las castañuelas y las guitarras en las escenas de seducción, las poses sacando músculo, el peinado sucio-gominado y el look pordiosero.

Aún en disposición de perdonar sus errores garrafales el guionista, con bastante poco tino, tiene a bien colocar un par de frases cinéfilas sobre películas de atracos momento en que toda mente vuela directamente a cualquiera de esas cintas que han marcado nuestro entretenimiento durante décadas y que dejaron una impronta sobre cómo medir la calidad de una cinta como The Code.

Y es que la chapucería del argumento, de la dirección e incluso de la labor actoral se contagia para no dejar ni un punto positivo. Ni la preparación del robo, momento siempre agradable de ver en una peli de ladrones, resulta entretenido porque es atropellado, desafortunado e inexistente, ni la consecución del mismo que roba planos de películas sin ningún pudor, o incluso el rollo mafia rusa que destila olor a vodka rancio se salva.

Y para acabar os dejo con una reflexión propia de una mente desastrada como la mía: ¿Por qué en América la llaman Thick as Thieves y nosotros la estrenamos como The Code? ¿Para despistar? ¿O acaso el español hemos evolucionado para titula en inglés y con otros nombres sólo para vacilar?



PROS: Que los americanos no la sufrirán en los cines, directita a DVD, mientras Banderas y Freeman están de vacaci-digo-promoción en Europa.

CONTRAS: La musiquita española que persigue a Banderas ¡Semejante horterada!

2 comentarios :

  1. El Banderas actor cada vez cae más bajo. A su carrera le urge una liposucción. Y Morgan, pobre Morgan, es que no es lo mismo ponerse en las sabias manos del gran Clint Eastwood que en las de esta mindundi, Mimi, ¡vaya un nombre!

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  2. ¡Qué grande Javier! Hubiera sido un gran título para la crítica.

    "Llamandose su directora Mimi, ¿qué diablos esperábais?"

    Un saludico.

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