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Y nos vamos de excursión. Es lo más sencillo para cualquier secuela que se precie. Mandar a los personajes originales a un nuevo entorno donde entablarán simpáticas relaciones con los “miembros autóctonos” aunque en este caso es doblemente complicado ya que los protagonistas son todos de mentira y el destino es el museo más grande del mundo. Así que ya tenemos la línea argumental ideal para escarbar en esto de la secuela facilota.
Ben Stiller ya no es un pobre hombre sin oficio ni beneficio. Finalmente tras su paso como guardia nocturno del museo de Ciencias naturales de Nueva York montó una empresa y ahora es un afamado emprendedor que revoluciona la teletienda. Pero todo cambia cuando recibe una llamada telefónica que le informa de que los fondos del museo serán retirados y almacenados en Washington, por eso decide ir a ver por última vez a sus amigos y acaba de nuevo en una aventura por la historia descubriendo que un museo puede ser más peligroso de lo que parece cuando te persiguen Cupidos cantarines y puedes saltar dentro de un cuadro.
Bastante más sosa y poco original que su primera parte noche en el museo 2 se limita a repetir lo que funcionó en su predecesora con menos gracia y más efecto especial (los años de diferencia lo permiten a fin de cuentas). Por eso la película reuma ese rancio olor a “hacer caja” sin aportar ni una idea original y quitando además cualquier tipo de elemento sorpresa. Mismos personajes y mismos problemas para el pizpireta Ben Stiller que esta vez ni se molesta en cubrir el expediente o cambiar la expresión de su faz en la hora y tres cuartos de metraje. Lo extenuante de toda esta sucesión de persecuciones, batallas, peleas y acciones es que pese a querer entretener al espectador acaban saturándolo y aburriéndolo hasta la extenuación en su butaca sin llegar a conectar en ningún momento.
No hay magia en este museo, o al menos la que había se ha acabado.
PROS: Amy Adams le está cogiendo el punto a hacer un poco de todo sin despeinarse siquiera. Es el único punto refrescante de esta segunda parte.
CONTRAS: Rancio, hasta para los más pequeños.
La mejor película que he visto este año junto a...
ResponderEliminar¡¡¡PUÑOS DE ASFALTO!!!
Ya puestos, me he enamorado de la tal Amy Adams, que tiene unos treinta y cinco años maravillosos. Los pantalones de piloto le hacen un culo fantástico, además, que va totalmente a juego con sus enormes ojos y sus encantadores mofletes. He visto fotos de ella donde rozaba la delgadez anoréxica, pero en la peli esta que nos trata me ha parecido que tiene una cantidad de carne decente.
Me casaría con ella sin pensarlo. Tres veces. Pagando yo, incluso.
Quien crea que bromeo, cree mal. El cine está muy mal. La mayoría de películas son pretenciosas, larguísimas y más aburridas que un discurso de ZP (y casi tan lentas como su dicción y sus insoportables pausas dramáticas). Estamos pasando un bache creativo que ríanse Uds. de la Edad Media. Por el contrario, "Puños y Asfalto" y "Noche en el museo 2" tienen una duración decente, cuentan su historia de forma ágil y amena, y consiguen la maravillosa magia cinematográfica que consiste en que...
ResponderEliminar¡¡¡UNO SE LO PASE BIEN!!!
Que no es tan difícil, c*j*n&s.
tostón, tostón y tostón. NO se puede decir otra cosa de esta ¿película?
ResponderEliminar¿A quien se le habrá ocurrido poner como "actor", por decir algo, al tal Stiller éste?