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Miss Marzo cuenta la historia de un pánfilo muchacho que tiene una adorable novia ansiosa por consumar. Después de todo llevan dos años saliendo y a pesar de que su mejor amigo es un salido de mucho cuidado él pretende ir por los “cauces legales de la relación” hasta que ella le da un ultimátum: o se acuestan en el baile o le deja. El problema es que en la citada fiesta un accidente le deja en coma y despierta cuatro años más tarde para descubrir que su casta novia es ahora una conejita de PlayBoy, concretamente Miss Marzo, obvio. Por supuesto seguirá a esta revelación un disparatado road trip para colarse en la mansión más famosa de la historia y descubrir que pasó con su relación.
La factura incuestionablemente para el mercado de DVD se disfraza de comedia adolescente sexual con escatológicas bromas y algunas escenas que rozan el límite de lo visible en una pantalla. Los actores protagonistas son también los directores, guionistas, productores (y posiblemente algún cargo más) de esta cinta mediocre y tendente al aburrimiento. Y si dicen que quien mucho abarca poco aprieta en este caso se les puede dar la razón.
Resulta excesivamente cargante y poco simpática en todo su esquema de plagio a los grandes autores de comedias gamberras del momento, e incluso tiene la desfachatez de pecar de moralizante y aleccionadora, espero profundamente que Apatow, los Farrelly, e incluso Kevin Smith tengan a bien denunciarles a la sociedad protectora de inspiración.
PROS: Hugh Hefner, haciendo los pocos chistes para todos los públicos de la cinta.
CONTRAS: ¡Por Dios si hasta Una Conejita en el Campus era mejor!
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