AGALLAS

Cine español con sabor a marisco del norte, regado con un buen vino gallego pero con una tapadera demasiado ansiosa por convencer con ínfulas de negro que se conforma con un tono gris oscuro desluciendo los gángsteres de la tierra y al trepa de segunda que no llegan a cuajar en el thriller.

Carmelo Gómez es un tipo duro que lleva a rajatabla la parte legal e ilegal de todos los negocios Gallegos. Sus secuaces tienen ojos y contactos por todas partes por eso cuando aparece un joven delincuente con ganas de prosperar decide que puede resultar muy beneficioso para su estatus que se convierta en parte de su séquito. Hugo Silva tras un pequeño cambio de imagen comprobando las posibilidades del negocio que trae entremanos se verá en un juego a lo “Nueve Reinas” que le irá un poco grande pero que afrontará como un reto, un duelo de titanes.

Martín Mateos y Luque Pérez se conforman con lo básico, un buen planteamiento, un par de buenos actores y alguna buena intención. Por desgracia los bajos fondos gallegos dejan al poco del metraje de resultar interesantes y se tornan algo tediosos cuando pretenden que los giros de la trama impacten.

Agallas abre una brecha en el tipo de cine que se puede hacer en España pero lo hace de forma un poco pobre. Una pena. Pero tomamos nota.


PROS: La pareja protagonista.

CONTRAS: Su dirección y argumento erráticos.