Director: Juan Martínez Moreno
Intérpretes: Gorka Otxoa, Carlos Areces, Secun de la Rosa, Manuel Manquiña, Mabel Ribera
Proyección: Palacio de la Prensa
Afluencia: 6 personas
Valoración: 4
En una sala desangelada del Palacio de la Prensa vi esta película con el agravante de cortar los títulos finales de crédito. Y por fin se estrena esta obra que sufrió varios aplazamientos. Ahora he visto su publicidad en los carteles del metro donde hay dos páginas web para seguir sus andanzas. Nos encontramos ante un chico (Gorka Otxoa) que ha escrito una novela que va a recibir un homenaje en su lugar de origen, una aldea orensana. Va acompañado de su perro y luego veremos que todo no es lo que parece. Hay una maldición que pesa sobre los lugareños y sobre él y es ser transformados en hombres lobos si no cumplen una condición. También hay un pazo, unos amigos forzosos y unos habitantes recelosos donde no hay gente joven. Parece que todo se hubiese congelado en el tiempo. En estas frases se puede resumir esta comedia bestial, como reza la película. Hay humor, mutilaciones, sustos y algo de retranca gallega. Pero falla un guión chapucero en la que son poco creibles situaciones como la de esos amigos que aparecen o la misma maldición. Parece cogido por los pelos.
Los gag funcinan razonablemente bien, sobre todo los de la casa (ese teléfono móvil y la cobertura...) pero no se toma en serio la comedia o deja que los actores aporten su ingenio. Los tres principales, desiguales. Otxoa todavía está pegado a su aire "pagafantas" y Secún de la Rosa es prescindible, no así Carlos Areces que hace una buena composición del lugareño amigo. Pero lo mejor son esos secundarios del cine gallego, incluso gente que hace una escena (los estupendos Xose Manuel Olveira y mi admirada Dorotea Bárcena, una de las mejores "malas" que he visto en el cine español por su papel en "Ilegal"). No dejo de reirme internamente con Mabel Ribera (lo de su Goya en "Mar adentro" no fue casual) pero el que me sigue asombrando es MANQUIÑA. Todo un personaje que a nivel nacional se destapó en "Airbag". Se puede decir que es de esos actores que crean un personaje al estilo de Landa o Resines pero verle en pantalla hace que la retina no se desprenda de él así como así. Genial lo de "Yo soy la autoridad civil... y la eclesiástica" y aparece su alzacuellos. Pero la pena es que su personaje desaparece pronto y también se nota que está puesto con calzador. Un acierto el guardia civil interpretado por Luis Zahera. A la película le falta ritmo, sobre todo en el medio.
El director, que ya había dirigido la olvidable "Un buen hombre" busca que se pase un buen rato pero creo que con lo que tiene debiera haber aspirado a más. Por otra parte decir que los hombres lobos están muy logrados por lo que el departamento de efectos especiales funciona. La película ha sido presentada en varios festivales de terror. A ratos lo consigue pero también es una obra que se olvida con facilidad... salvo a Manquiña.
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