En la casa

Película: En la casa.
Director: François Ozon.
Intérpretes: Fabrice Luchini, Ernst Umhauer, Kristin Scott Thomas, Emmanuelle Seigner, Denis Menochet, Bastien Ughetto, Yolande Moreau.
Proyección: Golem
Afluencia: 139 personas
Valoración:
8

Ayer varios compañeros me comentaron haber visto el estreno de los vampiros de "Crepúsculo", alguno con sus hijos y les sorprendí por mencionar el número de personas que habíamos visto esta película ganadora del premio gordo del festival deSan Sebastián y el premio al guión, confirmado con el premio de la crítica en Toronto. A esto hay que añadir la gran afluencia de espectadores, número uno en cuanto a la proporción espectadores-salas. Cuando llega un lunes solemos preguntar cómo fue el fin de semana e incluso cuando llegamos a casa de nuestra jornada planteamos lo que ha sido el día. Las respuestas suelen ser casi monosilábicas o en todo caso de escasas palabras. Ese es el comienzo de la película en que un profesor de Literatura plantea a sus alumnos tal cuestión para escribir una redacción. Y las respuestas que reciben son de lo más descorazonadoras... menos de un alumno que hace un relato prolijo-preciso de estos dos días tan deseados por nuestra cultura occidental. Lógicamente el docente se queda de piedra y le pide más entrando en terrenos de mirón o provocador de historias. Su referencia es un amigo de clase y sus padres. Y aquí entra la realidad, la fantasía, el deseo de vivir otra vida para llenar las lagunas de la propia. Se basa en la obra teatral de Juan Mayorga "El chico de la última fila" que fue rechazada como proyecto cinematográfico en España. Y Ozon, al que no le es desconocido el terreno de las adaptaciones, hace una obra ágil, entretenida, inteligente, que no sesuda, con unos materiales convencionales (El profesor desencantado, el chico solitario, la familia de clase media donde el padre y el hijo no parecen tener mucha vida interior y una madre alienada). Esta obra en la que el profesor reconoce abiertamente su aire a "Las mil y una noches" en cuanto a la figura de Scherezade también bebe en otras fuentes como Woody Allen (con Luchini se podría reabrir el debate del mejor sosias del de Manhattan), Hitchcock (extraordinario final recordando "La ventana indiscreta),

"La clase" (esa aula con gente desmotivada), "La vida de los otros" (nuestro afán de saber de las vidas ajenas o imaginarlas), Jacques Rivette (mezcla de realidad y ficción en el teatro). Todo ello muy bien engarzado, con un ritmo medido, una banda sonora oportuna, un montaje logrado y una fotografía al servicio de la historia. Es de agradecer la inspirada combinación de generos que van desde la comedia a la denuncia pasando por el suspense. El elenco de actores funciona como un reloj destacando también a Kristin Scott Thomas, alejada desde que está en Francia de esos papeles glamourosos de su época británica a Emmanuelle Seigner que ha estado siempre infravolarada por ser hermana de Ludivine y esposa de Polanski y como revelación a Ernst Umhauer escogido en un casting y, a pesar de ser algo mayor para el papel (21 años) su aspecto angelical y a la vez turbio nos hace sentir y desear vivir su vida. Hay una contradicción pues es extraño que en clase no esté sentado al lado de su amigo. Hacia el final decae algo y la obra hace una contorsión, como si no supiese cerrar pero queda redimido por lo visto anteriormente y la última escena. Los vecinos galos dan una lección de buen cine y este año, a pesar de que "Amour se llevará los galardones convendría no olvidar esta obra donde también se hace una reflexión de lo que es la persona y un personaje. Todo muy literario. ¿O no?.

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