Mud

Película: Mud 
Director: Jeff Nichols
Intérpretes: Matthew Mc Conaughey, Tye, Sheridan, Jacob Lofland, Reese Witherspoon, Sam Shepard, 
Proyección: Renoir Retiro. 
Afluencia: 38 personas 
Valoración: 6 

El protagonista de esta película es el Missisippi, tan ubicuo en la literatura de Mark Twain. Por las imágenes vemos una casa-vapor en la que vive el chico protagonista con unos padres en vías de separarse, una isla que sirve de refugio a esos chicos asilvestrados y que tiene su epicentro en la bracaza subida a los árboles en que se refugia el turbio Mud y la ciudad donde todo es efervescencia y gente que está en vías de cambio. Los chicos son el nexo de unión y son los que se abren a una vida donde también hay los desengaños sobre el primer amor o las mentiras de los mayores, a los que vemos anclados como islas en los mismos sitios y con miedo al movimiento. Así que lo que nos muestra la pantalla es una historia de iniciación, algo muy conocido y que aquí toma otros modelos, aparte de Twain como Dickens o Harper Lee (la de "Matar un ruiseñor). Todo está enlazado con un guión muy cuidado, en que todo fluye tan natural como el río ("El río" de Renoir puede tomarse como referencia en ese paso de la adolescencia a la madurez). El director, conocido por "Take Shutter", mejora la película anterior al centrarse mucho más y dejar de lado la mezcla de géneros. Su puesta en escena sigue siendo pausada, sin casi notarse y dejar que los actores lleven el peso. Destaca aquí Matthew McConaughey, apegado a su camisa y revólver y que va dejando de ser uno de los sosos oficiales de la Meca del cine. Le secundan efizcazmente Tye Sheridan, ese chico confuso e inseguro ante los manejos de los mayores, y una Reese Witherspoon, algo perdida tras su oscar. Pero quien se lleva la palma es Sam Shepard, con su recreación de ese hombre taciturno que uno no deja de ver a un Boo Radley revivido tras "Matar un ruiseñor". Como fallos destacaría los malos que no aterrorizan, como debiera ser y que además lo dice el propio Mud (es el diablo) y los puñetazos sobre todo el que recibe por sorpresa Mud por parte de Tye Sheridan, poco creíble. La fotografía es demasiado átona y falta diferenciar los lugares mejor. La película, como decía el guionista de "El bueno, el feo y el malo", fallecido hace pocos días, que era una lástima que de noventa minutos las películas se hacían interesantes en los últimos quince. Y a fe que él se encargo de romper esa regla. Pero con todo no deja de ser una obra estimulante y logra que nos veamos junto a Tom y Huckleberry trotando por ese río.

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