Director: Woody Allen.
Intérpretes: Cate Blanchett, Sally Hawkins, Alec Bladwin, Peter Sarsgaard, Louis C.K.
Proyección: Golem.
Afluencia: 88 personas.
Valoración: 6
El inicio de la proyección no supone ninguna sorpresa pues escuchamos música de los años treinta el "Blue Moon", que dará juego a lo que viene, algo propio de este artesano del cine. Tampoco cambian los títulos de crédico en negro y con letras en blanco con el mismo diseño y además los intérpretes por orden alfabético. Pero pronto vemos un giro: una mujer hablando mas bien sola a alguien que va a lo suyo. Además hace algo muy característico como automedicarse. LLega a San Francisco (otro de los lugares nuevos en los que rueda Allen), a lo pobre de la ciudad y nos vamos enterando con sus saltos en el tiempo de su vida pasada en Nueva York, donde abundaba la riqueza, el darse tono... hasta que su marido es detenido por estafas y muere. Se traslada donde su proletaria hermana, la cual vive con sus hijos y su pareja del momento. El presente recuerda a "Un tranvía llamado deseo" y esta parte es lo mejor pues ella vive en una mentira continuada (incluso su nombre es falso). Por ello trata de seguir buscando trabajos que aparenten su pasado (logrados lios momentos en que ella dice querer ser decoradora de interiores aprendiendo por ordenador cuando no tiene idea de cómo utilizarlo. Además es divertida y amena. Pero las vueltas al pasado no aportan nada y se mueve entre tópicos que no aportan nada que no sepamos. En cuanto a los actores están algo descontrolados, si bien Cate Blanchett tiene un momento memorable y es el plano final de ella que justifica todo un trabajo, contrastando con el final demasiado optimista que nos brinda don Woody de la gente que la rodea. El principio es algo aburrido, aunque luego la historia vaya como un reloj.
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