Sitges 2017. Día 3




THE LODGERS

Llegados a este punto la cafeína, taurina y cualquier tipo de estimulante está permitido. Siempre es necesario un empujón y como no me cansaré de repetir la primera sesión es muy, pero que muy dura. The Lodgers es una producción británica que se encargaba de cerrar la edición de este año del festival por la noche el domingo pero que pudimos disfrutar de buena mañana en el Auditori. 


Tendente a lo gótico, con tintes de casas encantadas, con fantasmas victorianos viviendo por las esquinas y una relación enfermiza entre dos hermanos regala alguna poética imagen inquietante pero en realidad no aporta nada nuevo. Sinceramente a ratos me aburrió en exceso a pesar de la preciosa apariencia y de los amagos de desarrollarse en una dirección bastante concreta aunque reconozco que se agradece que sean tan claros desde el principio. no hay ningún tipo de sorpresa de cómo va a ir al cosa desde que se desvelan las normas de la casa en la canción inicial. No ofende pero tampoco aporta.

A SILENT VOICE

En este momento los animes sobre bulling en forma de libro están muy de moda. Japón experimenta una creciente y desbocada crisis con sus estudiantes. Su mentalidad y su concepto del éxito hace que los suicidios de jóvenes en edad escolar y la estigmatización propia, familiar o del propio entrono escolar se aun problemón de dimensiones épicas. por eso no sólo los manga de papel han encontrado su público para tratar este tipo de estigmas ya sea en forma de homofobia, discriminación o simple y llanamente gratuitos. Y era cuestión de tiempo que nos lo encontráramos en la pantalla.



A silent voice narra la historia de dos personajes y de sus amigos y enemigos. de una parte una niña entra nueva e el instituto y como no es suficientemente complicado para ella le sumamos que la muchacha es sordomuda y pasea con un cuaderno para poder comunicase con sus compañeros. uno de ellos decide hacerle la vida imposible, al principio respaldado por su grupo pero los perfiles de acosados  acosadores se cambian en un suspiro y el chiquillo sufre el rechazo de sus compañeros e intenta hacer las paces con su pasado.

La cuestión es que hay varios momentos visualmente bonitos y las ideas que lanza no están mal conseguidas pero en ocasiones peca de ser terriblemente larga. O al menos a mi me lo pareció. Es bastante condescendiente en todo el desarrollo y en su desenlace pero perdonable. En resumen, no es un peliculón ni concienciará masas pero tampoco sobra recordar de vez en cuando este tipo de temas.

ERREMENTARI

Las horas de la siesta son malísimas. De verdad que las crisis de sueño que experimentas al tercer día de empacho cinematográfico pasa factura. Por eso luchar para no cerrar los ojos se hizo complicadete. El hecho de que la película estuviera rodada en Euskera no ayudaba, las cosas como son, pero hay que echarle valor y tirar para adelante. Y es que si Alex de la Iglesia pone dinero y la gente le pone ganas hay que colaborar desde el patio de butacas.
 

La historia transcurre allá por el siglo XIX en un pueblecito donde los paisanos viven aterrorizados por la presencia de un ser demoniaco que está recluido en su mansión y que es el herrero del pueblo. Al final lo que consiguen es convertir una leyenda local rodeada de todos los tópicos, niña atrevida incluida y entretejer una película entrañable pero que se queda en la anécdota. Resultona para el presupuesto y las ganas pero poco más.

PSYCHOPATHS

No os voy a engañar. Esta "cosa" acabó poco a poco con los nervios  la moral de todos los presentes. Alguno decidió no posponer  más la siesta y se dejaron ir a un lugar mejor aunque cualquier cosa era un lugar mejor viendo el panorama de sangre y asesinatos sin sentido que nos atacaba. Se supone que era una especie de noche del terror en al que el espíritu de un asesino en serie inspiraba a sus seguidores en una orgía de masacres por toda la ciudad pero la cosa era simplemente una sucesión inconexa de escenas sanguinolentas sin pies ni cabeza que lejos de intrigar provocaba tenido y repulsión. pero de la mala.

Fue el farolillo rojo de Sitges por unanimidad.

THE BRINK

Siempre tenemos en menú alguna película oriental de mamporrazos sin sentido. Normalmente son opciones resultonas, sin mucha complicación y a veces incluso se convierten en películas que guardamos en la mente con cariño. The Brink era de esas. una historia planita sobre contrabandistas y policías donde repartían leña y tiraban botellas de agua explosivas. Todo facilito y de digestión sencilla para encefalograma plano. Para esas horas de la noche es lo que procedía y convence.



THE ROOM

Digamos que las circunstancias hicieron que abandonásemos una de las sesiones del día. La suerte quiso que uno de os maratones elegidos para el últio día de estancia en la ciudad de Sitges nos hiciera posponer la cita para el día siguiente y como no teníamos plan alternativo y bajo la insistente demanda de "el nuevo" tuvimos que ponernos manos a la obra con lo que han calificado como "la peor película del cine moderno". Ciertamente después de la panzada de cine acabar viendo casi de madrugada en el salón esta cinta no es lo que la gente en plenas facultades mentales hubiera elegido sobre dormir pero como nunca nos hemos caracterizado por ser equilibrados nos dejamos seducir por las risas del amigo Wisseau y conseguimos no arrancarnos los ojos y oídos a base de comentarios y chascarrillos sobre una de las cintas más inclasificables del planeta.



Una suerte de comentarios sexistas adornaban un guión con más lagunas que la zona de los grandes lagos. Con tantos planos recurso innecesarios como gente jugando al Rubgby, con tantos ¿por qué? en el aire que siempre había cola para intentar comentar la jugada. En resumen una hora y media de diversión asegurada. No recuerdo haber llorado de la risa tanto viendo una película jamás. Mientras , en el Auditori, en ese mismo momento, los afortunados que eligieron la sesión sorpresa disfrutaban con la visión de James Franco del rodaje más absurdo del mundo. No creo que lo pasaran igual que nosotros en ese apartamento, eso también lo aseguro.

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