Sitges 2017. Día 4


Los alicientes de asistir a la última jornada del festival es la elección del Maratón final. Este año la apuesta fue por el Auditori y la verdad es que no nos salió mal. Vimos un poco de todo y para todos los gustos. La ecuación fue:

WHAT HAPPENED TO MONDAY 

La cosa prometía, empezaba con una película de ciecia ficicón pura. Una historia futurista donde para salvaguardar la integridad y los recursos del planeta se implantaba el sistema de un sólo hijo por familia. En ese entorno a una buena muchacha le da por tener septillizas. Una cosa muy loca. Y muriendo en el parto su abuelo se dedica a cuidarlas y protegerlas. La mejor idea que se le ocurre es dejarles salir sólo un día a la semana de forma que cada una se llama como el día que les corresponde. Así pasan su niñez, consiguen un trabajo y pasan los días recluidas esperando el que les toca salir hasta que un día Lunes no regresa.



Los alicientes eran claros, la historia no estaba mal y luego Willem Dafoe y Glenn Close acompañan a la siempre solvente Noomi Rapace (esta vez por partida septuple). Es verdad que en el cine de ciencia ficción tenemos que comprar muchas cosas como dogmas de fe. Dar por supuesto que se conceden determinados márgenes para que todo fluya pero en esta ocasión quizás te piden demasiado. Sin embargo, y sin que sirva de precedente, me voy a dejar llevar por el entusiasmo porque la cosa no me disgustó, incluso me entretuvo bastante y puedo llegar a darle un aprobado alto.

MY FRIEND DAHMER

En este caso quizás pasó lo contrario. Las virtudes de la cinta anterior superaron las expectativas cero que llevaba a la proyección. Sin embargo de My friend Damher tenía un listón alto. No he leído el comic en el que se basa, que a su vez es la historia real contada por uno de sus compañeros de clase, de como un chaval algo disfuncional con una familia tirando a demasiado friki acaba dejándose llevar por el entusiasmo de asesinar.

Marc Meyers se encarga de todo: dirección, producción, guión y tuvo millones de toneladas de paciencia para sacar adelante un proyecto que nació en 2014 y al que consiguió unir normbre tan contundentes como Anne Heche (casi irreconocible) y en el papel principal Ross Lynch, un muchacho que si le ves sin caracterizacion es un autentico bombón, actor, cantante y modelo... ¡Quíen lo diría!

La cuestión es que el desarrollo del personaje era excesivamente lento, ojo, comprendo que sea necesario pues al final de eso se trata , de controlar los actos de su adolescencia que le empujan a ser lo que realmente era, pero una está habituada a un poco más de vidilla en eso de los serial killer y casi prefería que la historia comenzara con la última escena del film obviando todo lo anterior. Pero para gustos los colores. En cuanto a drama y tensión la cosa está bien, la ambientación es brutal, incluso usaron escenarios de la casa original, y no se le puede poner un pero excepto que no era la historia que hubiera querido ver.

DOWNRANGE

Si tienes uan madre pesada te habrá dicho que no quiere que uses BlaBlaCar ese, que es una cosa super peligrosa y puede salirte un conductor psicópata. Lo que tu madre no contempla es que puede haber otros peligros además de los tipos pesados que no hacen más que hablar en el viaje.



Si empezamos Sitges con un soldado americano parapetado en un muro, lo terminamos con un grupo de jovenzuelos haciendo lo propio en un coche cuando un francotirador les revienta una rueda enmedio del desierto y se dedica a torturarlos poco a poco para acabar con todos ellos. Escenas surrealistas, cosas sin sentido e incluso un coletazo final en forma de policías que lo dan todo hacen que sea una cinta que deja bastante frío, casi, si me dan el rifle, había acabado con esto mucho antes.

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