1. Steve Carrell en La batalla de los Sexos
Muchos ni habréis oído hablar de esta película noteamericana a pesar de que sus protagonistas son dos actores de éxito y que arrastran masas. La historia que narra está basada en un acontecimiento real allá por 1973. Los tenistas Billie Jean King (Emma Stone), número uno del ranking mundial femenino, y Bobby Riggs (Steve Carell) protagonizaron uno de los partidos más increíbles de la historia. Billie Jean era una activista que luchaba porque las mujeres cobraran lo mismo que los hombres en le mundo del tenis. Por aquel entonces la gente disfrutaba muchísimo de las presentaciones femeninas en tenis pero los torneos femeninos tenían unos premios de risa en comparación con los de los hombres. Empezó una lucha contra la federación y se independizó haciendo su propio torneo y llevando el tenis femenino a otro nivel. A ella le debemos la ropa de las tenistas, la presencia mediática y sobre todo una lucha por la igualdad sin precedentes en el mundo del deporte. Además su convulsa vida sentimental también rompió moldes. El oportunista de Bobby Riggs, un machirulo mantenido por su mujer, es el contrapunto. Un adicto al juego que ve la oportunidad de regresar a la vida pública retando a la tenista para demostrar la supremacía del hombre sobre la mujer.
Lo que rodea a la figura masculina de este señor es un compendio de virtudes de primera línea. Reconozco que viendo a Steve Carrell en el cine y presenciando las perlas que suelta por su boca disfruté mucho. Su bravuconada se vio cristalizada en una campaña de marketing de desprecio hacia la mujer que rozaba lo ridículo y por eso despierta la risa. No llegas a odiarlo, no es posible, en el fondo hay algo de entrañable en su creencia de superioridad de género a pesar de depender económicamente de su mujer y tener una vida profesional y personal acabada.
Si no habéis visto la película y os interesa el deporte os recomiendo el visionado. Muy interesante lección histórica.
2. Bill Murray en Los Cazafantasmas
es muy curioso el hecho de que al estreno de l nueva versión de Los Cazafantasmas le llovieran las críticas machistas desde antes de su estreno por el mero hecho de ser protagonizado por mujeres. Las críticas en redes sociales fueron brutales pero como espectadora, independientemente de lo flojilla que fuera no le veo el problema en comparación con otros reboots que coincidieron en el tiempo. De hecho disfruté bastante con la cosificación a la que sometieron a Chris Hemsworth como secretario florero de las nuevas científicas caza ectoplasma.
Pero lo realmente curioso es que a pesar de que podemos leer cosas como que esa cinta peca de machista o que han arruinado la infancia de los niños ochenteros hay que hacer un poco de memoria , o simplemente revisar las películas originales y hacer autocrítica.
Tan sólo en la primera escena de la película donde el personaje Peter Venkman realiza unas pruebas a dos alumnos de la universidad con electro shock. Uno de ellos se leva para el cuerpo varios latigazos para que el profesor ligue con la alumna guapa. Los comentarios no tienen desperdicio. Pero es que la actitud del personaje de Murray se mantiene durante toda la cinta con menosprecio a cualquier tipo de rol femenino y con un único objetivo, meterse bajo la falda de Sigourney Weaver a cualquier precio en modo acoso y derribo.
Es cierto que como niña de los 80 no noté esta clara falta de respeto hacia el género femenino en su momento. Fue con el visionado para encontrar los paralelismos del nuevo estreno cuando me dio por revisar el clásico y encontrarme con todo el percal. No voy a decir que eso cambie para nada mi percepción de película entretenida y clásico de la comedia de ciencia ficción de la década dorada del cine de entretenimiento, pero me hace poner un poco en cuarentena lo que contemplaba como normal a tan tierna infancia.
¿Te animas a un revisionado? Va a sorprenderte.
Por cierto, la película se estrenó la misma semana que El Escuadrón suicida... de esa no dijeron nada pero telita con los roles femeninos.
3.Tom Wiseau en The Room
No quiero dejar pasar la oportunidad de aplaudir una vez más a mi querido Tommy, un señor que escribió, dirigió, produjo y protagonizó la que se conoce como la peor película de la historia: Te Room. Y pese a la admiración que profeso hacia esta alma cándida que vive un un universo paralelo de felicidad absoluta es necesario decir que además de todas esas bondades su cinta es sin duda uno de los compendios de absurdeces de género y estereotipos femeninos más brutal de la historia. ¡Eso tiene mérito!
Para los que no hayáis disfrutado de esta obra de arte que es realmente divertida e hilarante, seguramente hayáis oído hablar de The Disaster Artist, el homenaje de James Franco a este personaje, pero nada que ver con lo que puedes disfrutar de una tarde entre amigos viendo la película. Voy a suponer que como carece de guión no hay que considerar ninguno de los comentarios sobre ella como spoilers, porque los da en el minuto cero y porque los repite hasta la saciedad.
Tommy interpreta a Jonnhy, un tipo triunfador, majo, simpático, agradable y que tiene amigos que vale un potosí... Tiene una novia, una mozuela jamona que él adora y que... ¡Es una guarra! Si, creo que más o menos ese es el resumen. Es muy mala, es tan mala que hasta su madre se lo dice.Le engaña, le acusa, le hace putadas pero él es super majo... No es sólo el personaje principal, la cutrez que rebosan sus planos secuencia, o lo absurdo de todo lo que pasa en la pantalla, sólo las escenas de personajes haciendo el amor ya dan para escribir un tratado sobre la mente de Wiseau. No sé si decir que es la peoro película de todos los tiempos le hace justicia pero que es la que da un papel más absurdo y estereotipado de las mujeres... Eso si te ríes.
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