Gracias a la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood por este gran honor. Estoy muy honrada de estar aquí con mis compañeras de categoría, mis hermanas. Hemos tenido la oportunidad de conocernos un poco y me encantaría pasar más tiempo con vosotras. Lo que habéis hecho este año, todo aquello por lo que estáis aquí nominadas, es espectacular. Este premio deberíamos recogerlo juntas.Quiero agradecer a Meg Wolitzer por escribir esta increíble novela y a Jane Anderson por adaptarla al cine. A Rosalie Swedlin y Claudia Bluemhuber [productoras de 'La buena esposa'] por su pasión: ¡han hecho falta 14 años para hacer esta película! Me involucré en ella gracias a mis maravillosos Kevin y Franklin [agentes de Close] que me apoyaron y me dijeron que se trataba de una gran historia y teníamos que luchas por ella.Ya sabéis, titulándose 'La buena esposa'... Puede que esa misma fuera la razón por la que tardó catorce años en ser rodada. Al interpretar a un personaje tan introspectivo pienso en mi madre, que toda su vida se mantuvo a la sombra de mi padre. A los 80 años, me dijo: "Siento que no he conseguido nada en la vida". Fue algo terrible...Creo que lo que he aprendido de toda esta experiencia es que, mujeres: somos cuidadoras y eso es lo que se espera de nosotras. Tenemos a nuestros hijos, a nuestros maridos y, si somos afortunadas, a nuestros padres. Pero tenemos que encontrar aquello que nos hace sentir realizadas. Tenemos que seguir nuestros sueños y decir: '"¡puedo hacerlo y tengo derecho a hacerlo!"Cuando era pequeña, me sentía como Muhammad Ali, que decía sentirse destinado a ser boxeador. Yo me sentía destinada a ser actriz. Veía las primeras películas de la Disney. Veía a Hayley Mills y me decía: "¡puedo hacer eso!". Y aquí estoy. En septiembre cumpliré 45 años como actriz y no puedo imaginar haber tenido una vida más maravillosa.Gracias a Björn Runge, que dirigió 'La buena esposa', que confió en el plano corto, sabía dónde poner la cámara y cómo iluminarnos. A Jonathan Pryce, qué gran compañero. A mi hija Annie, que sentó las bases de este personaje. Te quiero, cariño. Muchas gracias.
Contextualizando el tema de la cinta, las experiencias de Glenn Close durante una larga y brillante carrera, sumando la comparación salarial de las actrices, los estereotipos a los que aún se les somete y la triste realidad que viven , no sólo las grandes estrellas, si no también esas chicas que van de casting en casting aguantando lo inaguantable y cobrando una cuarta parte que sus compañeros protagonistas animo a todo el que tenga un canal de Youtube y quiera despotricar a que lo haga, pero antes que pregunte a su hermana, su madre o su abuela si la vida es tan bonita como se lo parece a él (digo él porque todos los comentarios negativos provienen de hombres). No hace falta creer a Glenn Close, tienes ejemplos de mujeres excepcionales en todas partes que a lo largo de todos los tiempos han sido diezmadas, se han ocultado o incluso han tenido que firmar bajo seudónimo para ser tenidas en cuenta.
Cuanto daño hacen las opiniones sin fundamento. Mientras, el resto de personas con un poco de raciocinio estamos encantados de disfrutar de películas con este talento, estas ideas y esta categoría aunque sea tan complicado que lleguen a nuestras salas.
Entre nosotros, me alegro que se lo arrebatara a Lady Gaga, pero que no se entere nadie.
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