El Cementerio de Animales


Título Original: Pet Sematary
Año: 2019
Duración: 120 min.
País:  EEUU
Dirección: Dennis Widmyer, Kevin Kölsh
Guión: Dave Kajganich, Jeff Buhler (Novela: Stephen King Historia: Matt Greenberg)
Música: Christopher Young
Fotografía: Laurie Rose
Reparto: Jason Clarke, John Lithgow, Amy Seimetz, Jeté Laurence, Hugo Lavoie, Lucas Lavoie, Naomi Frenette.
Género: Terror, Sobrenatural, Animales, Remake


Paramount Pictures presentaron en el Palacio de la Prensa la cinta dirigida por Dennis Widmyer y Kevin Kolsh "Cementerio de Animales". Los directores son responsables de la serie en Netflix "Scream" y la próxima secuela de "Mama". La película es la segunda adaptación cinematográfica de la novela escrita por Stephen King en 1983. Su primera adaptación se realizó en 1989.

Basada en la influyente novela de terror de Stephen King, Cementerio de Animales, narra la historia del doctor Louis Creed (Jason Clarke), que al poco de mudarse con su esposa Rachel (Amy Seimetz) sufren acontecimientos junto a sus dos hijos pequeños y su mascota "Church", un gatito bastante adorable para ofrecernos los sustos correspondientes como los que nos dio anteriormente el primer Church. El viaje de la familia va desde Boston a un recóndito paraje de Maine. La nueva y libre adaptación de la novela renueva la casa, más amplia y acogedora, su doble piso con escaleras y a diferencia, un sótano estilo Amityville para adaptar el horror.


Aquel paraje a estar apartado un poco de la civilización, circula una carretera muy endiablada, pasan unos camiones bastante desenfrenados durante el día y noche para realizar sus circuitos a tiempo, a veces acelerando hacia una velocidad extrema. Durante todas estas décadas la novela no se ha actualizado con badenes, señalizaciones, semáforos u otros recursos que disponemos en el nuevo siglo y aún no han aprendido encontrar una solución efectiva para los numerosos atropellos de animales.

La estancia igualmente se hace agradable para la tradicional familia en el nuevo hogar hasta cuando empiezan a pasear por los alrededores descubre un misterioso cementerio escondido (recordemos que fue mal escrito Sematary) en lo más impenetrable del bosque, a escasa distancia del nuevo hogar familiar y sospechan que el lugar no resulta de lo más acogedor. Ahora vemos que pasean numerosos niños y entierran los animales atropellados. Ese detalle fue mencionado en la anterior película como anécdota pero nunca tan tétrico y visualizado. Y es de los de más tensión pues realizan una especie de procesión recogiendo mascotas que perdieron la vida en la carretera llevando máscaras de animales en la cara, para deleitarnos con un elegante entierro y su correspondiente descanso eterno.

Allí descubren a vecino Grandall, el señor creepy de la anterior peli que resultaba bastante cargante desde el primer contacto con los padres ya estaba en la casa acoplado como un familiar más para presionar insistentemente y reflexionar sobre la muerte, el más allá, la nada eterna en coro a toda la parentela incluido los niños,  que afortunadamente aún no han adquirido las capacidades para interpretar una sostenibilidad a la soledad de la desgracia sufrida la pérdida de un ser querido. Crandall en la nueva adaptación posee un rol mucho más dosificado, misterioso pero muchísimo más discreto conteniendo las emociones sufridas.

Dentro de la rutina laboral del progenitor como doctor, igual que en la anterior versión, acontece la llegada también misteriosa de un adolescente atropellado. recordemos que antes a diferencia del primer Victor Pascow es la raza y que calza unas Vans pero muere y revive igualmente para que después aparezca como fantasma desfigurado advirtiendo de los próximos acontecimientos y que nunca debería llegar al cementerio indio pues empeoraría la situación, como detalle nunca nos encontramos aquella frase épica "La superficie del corazón de un hombre es mas dura que la piedra".

 Hasta allí la película es totalmente idéntica en argumento, suceden las apariciones de Victor, la madre sufre recuerdos de su hermana retorcida y enferma a consecuencia de meningitis, culpándose en sí misma de la responsabilidad de poder haber alargado un poco más la esperanza de vida. La película ofrece una técnica más actual para dar mayor sensación de terror, atmósfera claustrofóbica y agobio, mejor realizada y con notables recursos de efectos sonoros. Lo único que flojea es la imaginación a las nuevas  situaciones, están demasiado refritas en todas las películas de terror, incluyendo recursos idénticos como son sustos a través de espejos, sótanos o entre puertas.

 Cuando la tragedia alcanza a la familia a partir del fallecimiento de la mascota, Louis recurre a su peculiar vecino provocando una peligrosa reacción en cadena, el gato revive igual de zombi asilvestrado y caníbal dando sustos de sobresalto. Louis decide deshacerse abandonando la mascota sin violencia a un lugar seguro y apacible para que no sufra nuevos accidentes. Y a partir del regreso del gato para asistir a la celebración en el aniversario de la hija, la nueva adaptación toma carriles diversos respecto a la original en las consecuencias espantosas que conlleva revivir en el cementerio indio, pues la niña es quien muere arrollado en lugar del nene jugando a la cometa, un acierto pues recordemos que en la primera adaptación la niña desaparece completamente desde que toma protagonismo el inolvidable niño zombi.

En el momento que entras en esa sensación que a partir de ahí, no sabes como van a actualizar las situaciones es un punto de atractivo y escalofrío muy resultón. Todo un acierto de sorprender, relativamente entre las limitaciones, que va a pasar después de revivir a la niña. Con los años siguen sin aprender que a veces es mejor la muerte y hacer caso las advertencias que nunca es buena idea despertar a alguien  de ningún lugar y menos aún del descanso eterno, así que ahora vemos un padre cuidando a escondidas a su niña zombi detallando esa responsabilidad en las actividades de cuidado para el aseo, acostarse, vestirse hasta que avanza el deterioro físico y mental hacia un regreso evolucionado con instintos asilvestrados de haber estado enterrada entre animales.

  El instante con más climax, de esos que capturas, de la película es cuando la niña se deshace de su propia madre acusando de su irresponsabilidad y apuñalando su vientre hasta morir desangrada entre profundas incisiones. Una escena calmada dramática, escalofriante y desagradable dificil de digerir, de esas cosas que no se te olvidan jamás igual que pasaba con el peque de la primera entrega con el bisturí junto a su padre.


Aún no siendo excelente el largometraje tiene un caracter interpretativo serio e intención dramático, se agradecen esos momentos sutiles de humor por las situaciones recambolescas que siguen fluyendo acertadamente cuando discurren con cierta naturalidad. El tilin que tienen siempre de enterrar todo el rato en el cementerio indio sigue creando adicción aunque la banda sonora fue insuperable en la original, con las míticas canciones de los Ramones "Sheena is a punk rocker" o la homónima "Pet Sematary". Pero los jugueteos zombis son muy atractivos hasta el minuto final, muy redondo y completo uniendo a toda una familia de muertos vivientes adoptando como único superviviente visible al más pequeñito, imaginando su devenir...Esos cambios ofrecen un entretenimiento complementario para realizar una maratón, contrastar las similitudes y así recordamos hasta los trajes con hombreras de la primera peli, para disfrutar una doble sesión nocturna lluviosa de terror.

Estreno: 5 de Abril 2019


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