La solución a esta gran duda existencial es super sencilla.
CUANDO TU NIÑO QUIERA IR.
Si, amigos,el gran misterio está resuelto. Los niños tienen diferentes procesos madurativos y necesidades y lo mismo que dejar el pañal, lo de ir a una sala depende de cada niño y también de cómo le hayas preparado para este momento. Hay niños que se han criado delante de una pantalla de televisión y aguantan perfectamente durante horas viendo algo sin pestañear, los hay que ni un segundo les dejas sentados. También los hay que no quieren ver una sala a oscuras ni de broma y si me apuras hay adultos que tampoco van al cine. En el cine pasa un poco como la lectura. Si nunca has ido al cine no puedes trasmitir esa emoción de ir a una sala, tampoco vas a tener la necesidad de llevar a tu hijo a ver nada y posiblemente no se convierta en las prioridades del canijo a corto plazo.
Si por el contrario eres un cinéfilo quizás nunca te llegues a plantear esta pregunta porque puede que tu pequeño fuera desde bebé a las sesiones de un cine de verano sin ser capaz de permanecer despierto, como es mi caso, y como fue el de mi hijo. Si lo que te planteas es el mejor momento para hacerlo te podemos dar varias pistas que te lo pondrán más fácil y algún consejo para no fracasar estrepitosamente pero sobre todo recuerda... hay que probar, ensayo y error amigos.
1. ¿Tu hijo es capaz de estar sentado viendo una peli o se entretiene con tres de pipas? Si no lo hace en casa te puede dar miedo acudir a una sala (más aún con el precio que tiene el cine ahora) pero prueba a hacer el experimento de ver la película sin luces, en silencio y sin distracciones, si, eso incluye desconectar tu móvil.
2. Selecciona bien el horario y la película. Mi consejo es que optes por una sesión matinal de una reposición, es decir, una película que sepas que le gusta a tu hijo y que no sea una novedad. Puede parecer una tontería pero las repeticiones en edades tempranas son vitales y les da seguridad de forma que si le llevas a ver , por ejemplo, El Rey León porque le encana, puede que lo pase genial y tendrá constancia de las normas de una sala de cine, como estar en silencio o quieto en su butaca. Y como está acostumbrado a la película no añades el riesgo de que no le guste o esté nervioso. Además las sesiones matinales suelen ser las más seguras porque están más activos y despiertos que a la hora de la siesta, por ejemplo. Y rematamos diciendo que son más baratas e incluso gratis.

En este caso son cuatro historias más las que se unen a Zog, la franco belga Matilda (Con su cartel de Calabacín en al pared y todo) , Zoo Story de la Republica Checa de tan sólo 4 minutos de duración, La reina culito que sacó las risas de los asistentes más jóvenes de la proyección y Un pequeño paso, una deliciosa historia sobre sueños por cumplir y el esfuerzo para lograrlos. Por ejemplo podéis intentar algo así para iniciar a los canijos además establecer un dialogo precioso con ellos sobre los temas que se tratan en este tipo de contenidos. ¡Seguro que es genial!

3. Si sale mal... No pasa nada. No os agobiéis, nosotros seguimos cogiendo las butacas laterales por si la cosa sale rana poder salir del cine sin molestar. Nunca nos ha pasado pero la retirada no es un fracaso, es una oportunidad de aprender de los errores y mejorar a la siguiente.
4. Aprende de la "cagaditas" , aunque parezca obvio hay muchos padres que retrasan las edades para ir al cine y se arriesgan con cintas no adecuadas para las primeras veces en una sala. Si nunca has ido al cine , por mucho que tu hijo tenga 8 años, a lo mejor ver una peli de Marvel de tres horas no es una buena idea. Documentate y recuerda que contra más larga la película peor es el sufrimiento si va mal.
5. Relajate y disfruta. Que el cine es para eso criatura.
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