Vuelve D’artacan. Recuerdo de la infancia desbloqueado.

Si has cantado estas líneas en lugar de leerlas acabas de desbloquear un recuerdo de la infancia. Ya peinas canas y seguro que has pensado en ir al cine con tus hijos a ver un poquito de tu infancia. Lo hemos hecho todos, no te preocupes. Dartacan ha sido una fuente de alegrías para todos los niños criados en los 80 con un sólo canal de televisión y largas mañanas de fines de semana. Vivíamos pegados a estos dibujos que revisaban el clásico de Dumas convirtiendo a sus protagonistas en perros que vivían mil aventuras para defender Francia y limpiar el honor de la familia del aspirante a mosquetero D’artacan. 

¿Qué es la nueva película? 

Pues se trata de una revisión en 3D de la serie original que narra las peripecias del provinciano y perruno can en su llegada a París para convertirse en guardia personal del rey. Nada nuevo en el frente. La misma historia con collares robados, cardenales malos y una gata astuta. Adaptada a las nuevas tecnologías pero no a los nuevos tiempos. Una pena no haber arriesgado un poquito con los escasos tres personajes femeninos de la franquicia. Un poco de siglo XXI no nos habría venido mal para ver un poco menos de sumisión, o de mal hacer. Pero en este aspecto podemos decir que fiel ha sido. Para los que tengan miedo de encontrarse con una aventura híbrida la cita del cine será un viaje a la tierna infancia y reencontrarse con todos los personajes que nos son conocidos. 

Partiendo de la base de que Los tres mosqueteros tienen infinidad de versiones desde el principio del cine hasta nuestros días podemos decir que he es tan necesaria como el resto de films que se han rodado al respecto. También debo decir que cuando se han alejado del original han sido bastante más sangrantes así que casi se agradece mantenerse en la zona de confort. Lo que me daba miedo era que el mensaje de los mosqueperros se hubiera quedado un poco naïf para los niños de este milenio. No dejamos de exponerles a dibujos animados con contenidos más violentas y con menos moraleja así que podíamos pecar de dejar un poco coja la película. Creo que simplemente cuando una historia ha funcionado durante siglos no deja de hacerlo de la noche a la mañana y aunque están acostumbrados a estímulos diferentes los niños se adaptan al mensaje y pasan por alto lo infantil y disfrutan de una aventura como las de antes. Eso sí, mucho menos que los padres. No os quiero engañar. 

En resumen, una película que podéis ver tranquilamente sin preocupaciones y si os sentís nostálgicos para primeros espectadores es ideal y vosotros saldréis contentos. 

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