NOTTURNO BUS

Comedia de enredos y enredosa. Un conductor de autobús aquejado por las deudas acaba relacionado con una misteriosa mujer que puede tener la solución a todos sus problemas o incluso crearle más aún. Una suerte de roadmovie donde todos huyen para llegar a ningún sitio con gansters, violencia y algunos giros divertidos sin menospreciar el toque romántico para acabar de agradar a todos.

Davide Marengo sostiene la intriga en una trama que intenta alternar lo gracioso con lo grotesco. De una parte el enredo se antoja algo ligero en un primer momento cuando el difuso Franz se deja seducir por la incandescente Leila, una mujer que aparece de sopetón y le arrastra por las calles de Roma (Bolonia en el libro) escondiéndose de un par de asesinos despiadados. Pero luego consigue coger de nuevo el ritmo sin perderse por caminos sin salida.

Lo más notable es ver a una Giovanna Mezzogiorno ligeramente alejada de sus papeles de cómoda y angustiada mujer que provoca o rechaza el amor. En algo un poco más dinámico y con cierto ritmo se ve arrojada a interpretar con un poco más de sensualidad y energía esta Leila con más oscuros que claros.

La acción trascurre casi toda de noche lo cual permite a un director, curtido en videoclips, el uso de una cámara en ocasiones histérica y recursos del cine negro a los que en Italia no están muy acostumbrados. No tiene miedo de copiar, casi descaradamente, el planteamiento del cine americano actual para darle una nueva visión regionalista que lo convierte en una especie en peligro de extinción.

Una bocanada de aire fresco, pero sin pasarse.



PROS: La historia tiene un punto ciertamente original y arriesgado.

CONTRAS: Se puede ver el deseo de agradar en sus múltiples “homenajes”.